Amistad en Cristo - Carlos Aracil Orts

Preguntas y Respuestas

Antropogía bíblica

¿Qué significa muerte espiritual?

 
Versión: 07-12- 2011

 

Carlos Aracil Orts

1. Introducción*

Estimado Juan Antonio, me alegro que hayas entendido bien la explicación que te di en el pasado correo, respecto a que la Biblia no respalda la idea de que el alma o el espíritu separado del cuerpo tenga vida consciente, cuando uno muere. Sin embargo, en tú último correo del  05-12-2011 citas varios textos del Nuevo Testamento que, en tu opinión apoyan la idea de que el alma o el espíritu del ser humano posee vida consciente, en sí mismo después de la muerte con independencia del cuerpo, sin que haya habido resurrección de los muertos.

Voy a tratar de responderte por partes, siguiendo el orden de tu escrito. Para ello presento los dos primeros párrafos del correo citado a continuación:

"Hay algunos capítulos de los Evangelios que parecen indicar algo sobre la conciencia tras la muerte; parece, Carlos, que cuando se habla de muerte del alma o del alma muerta, lo que se indica no es la aniquilación ni el hecho de que el alma no siente ni padece, sino por el contrario, que el alma esta separada, aunque consciente de Dios; un claro ejemplo lo tenemos, Carlos, en Efesios 2:1, donde leemos: "Además, a ustedes Dios los vivificó aunque estaban muertos en sus ofensas y pecados".

"¿Esta hablando aquí Pablo de una muerte física o espiritual? Se ve que es de una muerte física, por lo tanto no implicaba inconsciencia. Los Efesios antes de su conversión eran conscientes, comían, bebían, dormían, paseaban, sentían y padecían, pero espiritualmente estaban muertos como consecuencia del pecado. Es en este mismo sentido que Santiago 5:20 nos habla de que cualquiera que lleva a un pecador a arrepentirse salva su alma de la muerte espiritual." (Juan Antonio).

2. ¿Trata Efesios 2:1 de muerte física o espiritual?

Estimado amigo, si no entiendo mal, tus párrafos anteriores contienen una evidente contradicción; porque primero afirmas, que el apóstol Pablo, en Efesios 2:1, se refiere a que los efesios antes de su conversión a Cristo estaban muertos físicamente, para acto seguido declarar lo contrario; es decir, que físicamente estaban vivos, pero espiritualmente estaban muertos a causa de sus pecados. ¿En qué quedamos? En mi opinión, estás en lo cierto cuando dices que:

"Los Efesios antes de su conversión eran conscientes, comían, bebían, dormían, paseaban, sentían y padecían, pero espiritualmente estaban muertos como consecuencia del pecado". (Juan Antonio)

Se me ocurre pensar que quizá no has entendido bien que San Pablo cuando dice que los efesios antes de su conversión “estaban muertos en sus ofensas y pecados”, está hablando, precisamente, de la condición de muerte espiritual que todo ser humano tiene antes de su conversión a Cristo. Todos nacemos con tendencias pecaminosas que nos inclinan al mal, y separados de Dios (Salmo 51:5; Romanos 3:9-12,23), lo cual se agrava con cada pecado personal que cometemos a lo largo de nuestra vida. Esto nos conduce a una verdadera muerte espiritual, que no es otra cosa que la vida sin amor a Dios y al prójimo. Somos esclavos de aquel a quien obedecemos o servimos, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia” (Romanos 6:16; Juan 8:34,36). Por eso, Pablo, sigue diciendo en Efesios 2:5 que “aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)”. Veamos el contexto:

Efesios 2:4-6: Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), 6 y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús.

No se trata, pues, de una muerte física sino espiritual. Como tampoco San Pablo habla de que tengamos que morir físicamente para morir al pecado (lee, por favor, Romanos 6:2-13). Él afirma que nuestro “viejo hombre”, el que vive en las pasiones pecaminosas de la carne, enemigo de Dios, y que no se sujeta a su ley (Romanos 8:7) “fue crucificado juntamente con Él [Cristo], para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.” (Romanos 6:6). Nuestra muerte al pecado no es, pues, una muerte física sino que muere nuestra naturaleza carnal, vendida o esclava del pecado, y renace una nueva criatura en Cristo (2ª Corintios 5:17), que resucita a una nueva vida espiritual (Efesios 2:6; Juan 3:5), y a partir de ese momento, ya no vivimos según las tendencias de la carne, sino según el Espíritu Santo que mora en nosotros (Romanos 8:9). Creo que Pablo lo expresa claramente en muchos textos, y para no hacerlo exhaustivo solo voy a citar los dos siguientes:

Romanos 8:10,11: Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia. 11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.

Pablo habla del cuerpo, una parte de nuestro ser, para abarcar todo el ser anterior a la conversión, como imagen y figura de nuestra naturaleza carnal y pecadora, la cual es crucificada o muerta simbólicamente cuando el creyente es sepultado, junto con Cristo, en las aguas del bautismo.

Colosenses 2:11-13: En él [Cristo] también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; 12 sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él [Cristo], mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos. 13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él [Cristo], perdonándoos todos los pecados,

La circuncisión de Cristo es la que recibimos al aceptarle como Salvador y Redentor, por la fe en su resurrección. Así como en el Antiguo Pacto la circuncisión que Dios mandó a Abraham y sus descendientes era una señal de fe en el Pacto con Dios y de pertenencia a su pueblo, de la misma manera nuestra entrega a Cristo simboliza nuestra circuncisión espiritual, porque Cristo echa fuera de nosotros el cuerpo pecaminoso carnal, que era simbolizado por el prepucio que se cortaba a todos los varones que querían pertenecer al pueblo de Dios de la antigüedad. La ley de Dios había establecido que todos los niños debían ser circuncindados a los ocho días de su nacimiento. Esta práctica se siguió exigiendo al pueblo de Israel, hasta la muerte de Cristo en la cruz.
 
Por tanto, el texto de Efesios 2:1, que tú presentas como apoyo a la idea de que el espíritu del hombre tiene una vida consciente aunque esté separado del cuerpo por la muerte, no sirve para respaldar tu creencia. Todos los textos citados antes se refieren a la vida de nuestro peregrinar por este mundo, y no a la vida después de la muerte. Tanto la vida espiritual como la muerte espiritual existen mientras el ser humano vive. Aunque parece obvio, es necesario afirmar que cuando uno muere ya no hay ningún tipo de vida ni física ni espiritual, hasta la resurrección de los muertos, en la futura venida gloriosa de Cristo. Sí el alma o el espíritu pudieran tener vida autónoma consciente, después de muerto el cuerpo, no habría necesidad de una resurrección de los cuerpos ¿Para qué queremos el estorbo del cuerpo si podemos ser como los ángeles, espíritus puros?

3. ¿Las almas de los muertos que el apóstol Juan vio bajo el altar del cielo clamando venganza a Dios son literales o simbólicas (Apocalipsis 6:9-11)?

Sigues en tu correo tratando de sostener tu idea preconcebida de que hay vida consciente después de la muerte. Para ello, te apoyas en un texto del libro de Apocalipsis. Voy, pues, a presentar el párrafo donde interpretas que las almas que se describen en Apocalipsis 6:9-11, son totalmente literales y tienen vida consciente, puesto que están en el cielo hablando con Dios, y te daré mi opinión a continuación:

“El sentido de los pasajes, Carlos, parece realmente evidente y coincide por ello con el contexto general de la Escritura donde se nos habla de la consciencia de las almas de los muertos y no de su inconsciencia, así en Apocalipsis 6:9-11 se nos enseña:-" Y CUANDO ABRIÓ EL 5º SELLO, VI DEBAJO DEL ALTAR LAS ALMAS DE LOS QUE......". El pasaje, Carlos, parece que no puede ser mas claro: las almas de los muertos no solo están conscientes, sino que se dirigen a Dios y le expresan sus deseos”. (Juan Antonio)

Estimado Juan Antonio, para interpretar correctamente la Biblia, debes tener en cuenta el contexto, y comparar con otros pasajes similares, y saber discernir si el autor está hablando simbólica o literalmente. Al respecto, es evidente que el libro de Apocalipsis está plagado de símbolos, y, por tanto, es necesario interpretar la realidad que representa el símbolo o figura. Tú tomas al pie de la letra, o sea, literalmente los textos de Apocalipsis 6:9-11, y enseguida sacas la siguiente conclusión equivocada: “Si las almas están hablando con Dios es porque tienen vida consciente después que se desprendieron del cuerpo”.

Considera, por favor, el contexto de esos pasajes que están dentro del capítulo seis, el cual habla de los “sellos”. ¿Qué son esos sellos y qué hace el Cordero con uno de ellos (Apocalipsis 6:1)?

Apocalipsis 6:1: Vi cuando el Cordero abrió uno de los sellos,...

Aquí en este primer versículo ya tenemos un gran símbolo. Estoy seguro que ni tú ni yo creemos que Juan, el autor del libro de Apocalipsis, también llamado la Revelación de Jesucristo, esté refiriéndose a un cordero literal, sino al Cordero que fue inmolado por nosotros antes de la fundación del mundo (1ª Pedro 1:18-19; Apocalipsis 5:6). El único Cordero que quita el pecado del mundo es Jesucristo (Juan 1:29). Ya tenemos un símbolo descifrado. Este símbolo del Cordero ha sido fácil ¿verdad? Vamos a los sellos. ¿A qué se refiere Juan? La respuesta está en el Apocalipsis 5:1-5:

Apocalipsis 5:1-5: Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos. 2 Y vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos? 3 Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro, ni aun mirarlo. 4 Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo. 5 Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos.

Los sellos están cerrando un libro, sostenido por “la mano derecha del que estaba sentado en el trono”. Éste debe ser Dios, con toda seguridad. Y el único que puede abrir el libro y desatar sus siete sellos es el León de la tribu de Judá, la raíz de David. También está claro que se refiere a Cristo. ¿Y el libro? ¿Es simbólico o literal? Si el libro es simbólico también lo son los sellos que lo cierran. En mi opinión, el libro representa la historia de la salvación de la humanidad que solo ha sido posible por la Encarnación, vida y muerte en la cruz y resurrección de Cristo. A eso se refieren los siguientes textos:

Apocalipsis 5:8–10:Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos; 9 y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; 10 y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.

Volviendo al texto de Apocalipsis 6:9-11, que aduces como prueba que las almas, cuando los seres humanos mueren y se desprenden del cuerpo, van directamente al cielo o al infierno, notemos los siguientes aspectos; pero leamos primero los textos citados:

Apocalipsis 6:9-11: Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. 10 Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra? 11 Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos.

A) Las almas no están en el Paraíso, ni gozando de la gloria de Dios, sino pidiendo venganza porque han sido sacrificadas, han derramado su sangre, entregado su vida, por la Palabra de Dios, por eso aparecen en un lugar muy apropiado, debajo del altar. ¿Qué puede significar este altar? ¿Dónde está el altar? Y ¿en qué momento de la historia claman venganza? ¿Es en el juicio final o antes?

B) Date cuenta, Juan Antonio, que el único consuelo, que se les da a esas almas, es unas vestiduras blancas, y se les dice que sigan descansando un poco más. ¿Para qué necesitarán ellos unas vestiduras blancas si son espíritus desencarnados? Y ¿qué significa que descansen un poco de tiempo hasta que se complete todo el número de los que habían de ser muertos como ellos? ¿No será que tienen que esperar a que se produzca el juicio final y la resurrección de los justos, y hasta entonces permanecen descansando en los sepulcros?

Como puedes ver “las vestiduras blancas” son símbolos de otra realidad, al igual que el descanso de las almas, que no es más que el sueño totalmente inconsciente de la muerte. Las vestiduras blancas son el único y esencial consuelo que se da estas almas, porque ellas representan la justicia de Cristo que han obtenido por su fe en Él, la única justicia que puede el ser humano ofrecer a Dios, y la que le faculta para la vida eterna. Doy por hecho que sabes que la justicia de Cristo es lo mismo que la justificación por la fe y perdón de todos los pecados, o sea consiste en ser declarado justo y puro ante Dios, y,  salvo para vida eterna; porque nuestros pecados son cargados en Cristo, y nos apropiamos de su justicia porque Él murió por nosotros, los que le aceptamos como Salvador.

El altar del cielo (Apocalipsis 6:9; 8:3-5; 9:13) es donde Cristo intercede con su sangre para la salvación de la humanidad (Hebreos 7:25; 9:11,12,24; 10:19,20), y se corresponde con el altar de los holocaustos que Dios mandó construir a Moisés, y donde se realizaban los sacrificios de animales, que prefiguraban el sacrificio redentor de Cristo, como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Véase Éxodo 27:1 ss.; 1 Reyes 8:64; 2 Reyes  16:14; Éxodo 9:25; Apocalipsis 8:3-5; 9:13; 14:14-20; 16:7; 20:4).

Las almas son las vidas de todos los que murieron en Cristo, que fueron redimidas con su sangre, y que esperan de forma totalmente inconsciente en el sepulcro el momento en que serán resucitadas y glorificadas cuando Él venga en gloria. Están debajo del altar, como símbolo de que han sido rescatadas por el Cordero que fue inmolado sobre el altar terrestre de la cruz, prefigurado, a su vez, por los corderos que se sacrificaban en el altar de los holocaustos, es decir, se sacrificaba a un animal inocente, en lugar del pecador culpable, lo mismo que haría Cristo con nosotros. Él pagaría con su  muerte la penalidad de nuestros pecados para que nosotros pudiésemos recibir la vida eterna.

A continuación transcribo tus argumentos finales, que no voy a comentar porque en mi opinión no tienen mucha consistencia, porque los pasajes bíblicos hablan por sí solos, es decir, su sentido es evidente y no necesitan explicaciones. Observo, Juan Antonio, que, aun estos textos, tratas de interpretarlos a tu manera con tal de que apoyen tu idea preconcebida de que el alma es inmortal y consciente después de la muerte. Si esta creencia te hace más feliz y estás totalmente convencido de que la Palabra de Dios la respalda, no seré yo el que siga intentando convencerte de lo contrario, pues no tengo ningún interés partidista en ello sino solo el amor de que conozcas la verdad, que te hará más libre (Juan 8:31,32).

"Vamos a otro Capitulo, en Eclesiastés 9:5:-"PORQUE LOS VIVOS TIENEN CONCIENCIA DE QUE MORIRAN; PERO EN CUANTO A LOS MUERTOS, ELLOS NO TIENEN CONCIENCIA DE NADA EN ABSOLUTO, NI TIENEN YA MAS SALARIO, PORQUE EL RECUERDO DE ELLOS SE HA OLVIDADO". Este pasaje no parece indicar que los muertos están inconscientes y que por lo tanto no hay vida tras la muerte. Este pasaje lo que literalmente significa: "NO SABEN NADA", ahora bien, Carlos, no saber o ignorar no es ni mucho menos lo mismo que estar inconscientes, sin sentir o padecer, millones de personas en nuestro planeta pueden ignorar o no saber, pero no por eso han dejado de vivir, sufrir y sentir.

"SALE SU ESPIRITU, EL VUELVE AL SUELO; EN ESE DIA DE VERAS PERECEN SUS PENSAMIENTOS" (Salmo 146:4); parece, Carlos, querer decir este Salmo que tras la muerte el ser humano deja de pensar y por lo tanto, queda inconsciente, aniquilado, pero el pasaje no parece hablar en absoluto de actividad mental o psicológica, para mi opinión, Carlos, la palabra "Sus pensamientos" se puede traducir a "Sus proyectos", como si no hablara de la actividad mental, sino de los proyectos, de las ilusiones o planes que el hombre tiene y que quedan cortados en el momento de la muerte. Parece, Carlos, que este Salmo lo deja esto muy claro: ¡No debemos confiar en hombres poderosos ya que mueren y con ellos sus proyectos! ¡Nuestra esperanza debe por ello descansar en Dios!". (Juan Antonio)

4. El peligro de creer que el espíritu o el alma tiene vida consciente cuando uno muere.

Querido hermano y amigo, no debemos olvidar que en este mundo, indudablemente, existen espíritus que están vivos e interesados en producir todo tipo de mal y toda confusión para arrastrar a las almas fuera de Dios, con todo tipo de engaño y doctrina mentirosa. Ellos están a las órdenes del padre de toda mentira que es el diablo (Ver Juan 8:44). Son espíritus de demonios que tratan de engañar a los gobernantes de las naciones y a todo el que pueden (Apocalipsis 16:13, 14). Si el creyente se aferra a la Palabra de Dios jamás será engañado por ellos y por sus doctrinas.

Creer en la existencia de vida después de la muerte, no siendo la resurrección, puede ser causa de los mayores engaños de nuestro enemigo, Satanás. Creamos la Palabra, ¿Qué queda cuando uno muere si perecen hasta sus pensamientos? ¿Por qué crees que el mundo cristiano en general, y en especial el católico tiene este problema de creer que los espíritus viven después de la muerte, y estos últimos, además han inventado el purgatorio y las oraciones a los difuntos, etc. etc.?

El espiritismo que nació en el Edén con la serpiente antigua, se ha mantenido durante toda la historia de la humanidad, y apareció de nuevo en 1848 en Nueva York (Estados Unidos), y ha proliferado en todo el mundo bajo diferentes formas. Pretende que los vivos pueden comunicarse con los muertos a través de las sesiones espiritistas conducidas por un médium. Pero en realidad el contacto y la comunicación no son con los espíritus de los muertos, que no existen, sino con los ángeles caídos o demonios, con Satanás al frente, tratando de engañar a todos los que se apartan de la Palabra de Dios.

5. Conclusión

Termino presentando unos textos bíblicos que seguramente ya conoces pero que te pueden hacer pensar con respecto al tema que estamos tratando, escojo solo unos pocos para no ser exhaustivo:

La Biblia enseña que los seres humanos serán recompensados no en el momento de su muerte, sino cuando Cristo venga en gloria. Así lo afirman los siguientes textos (Mateo 25:31-41; 1 Corintios 15:51-55; 1ª Tesalonicenses 4:16-17; Apocalipsis 22:12; etc). Eso es lo que Jesús mismo enseñó: “El Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras” (Mateo 16:27)

En ese mismo sentido se pronuncia el apóstol Pablo, cuando declara que Dios le guardará hasta aquel día, sin duda el día del juicio final y de la venida gloriosa de Jesús. Aquí transcribo los dos textos de la segunda epístola a Timoteo:

2ª Timoteo 1:12: “Por lo cual asimismo padezco; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.”

2ª Timoteo 4:7,8: He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. 8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.

Espero y deseo haberte ayudado a desterrar para siempre esa idea de que los muertos pueden estar en algún lugar de tormento. De cualquier manera, tienes todo mi respeto, si todavía decides seguir creyendo en ello. Es tu responsabilidad filtrarlo todo a través de la Palabra, y como dice San Pablo en 1 Tesalonicenses 5:21 “Examinadlo todo; retened lo bueno.”

Para concluir, hermano, medita en el siguiente Salmo que espero que si alguna duda queda en tu corazón, se disipe al leerlo:

Salmo 146: 4: “Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra; en ese mismo día perecen sus pensamientos” (Ver también Salmo 115:17).

Recibe un abrazo de tu hermano en Cristo. Bendiciones.

 

Carlos Aracil Orts
www.amistadencristo.com

 

Si deseas hacer algún comentario a este estudio, puedes dirigirlo a la siguiente dirección de correo electrónico: carlosortsgmail.com

 


Referencias bibliográficas

* Las referencias bíblicas están tomadas de la versión Reina Valera de 1960 de la Biblia, salvo cuando se indique expresamente otra versión. Las negrillas y los subrayados realizados al texto bíblico son nuestros.

 

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