Amistad en Cristo - Carlos Aracil Orts

Preguntas y Respuestas

Las profecías de Daniel

Capítulo V

5. Un resumen de las principales profecías de Daniel

 
Versión: 11-06- 2021

 

Carlos Aracil Orts

5. Un resumen de las principales profecías de Daniel*

5.1 La gran estatua del sueño del rey Nabucodonosor (Dn. 2:26-47)

La primera profecía de Daniel –los cuatro grandes imperios simbolizados por la gran estatua del sueño del rey Nabucodonosor (Dn. 2:26-47)–  se produjo en “el segundo año de Nabucodonosor” (Dn. 2:1) (603 a.C.), cuando Daniel fue requerido por el rey para que le mostrase no solo su sueño sino también la interpretación del mismo, dado que los “magos, astrólogos, encantadores y caldeos” a los que “hizo llamar el rey para que le explicasen sus sueños” (Dn. 2:1,2), fueron impotentes de hacerlo (Dn. 2:10-12). Esta profecía consistió en la revelación que Dios le dio a Daniel de la sucesión de los cuatro imperios mundiales –Babilonia, Media-Persia, Grecia y Roma–, la división en diez reinos que se produciría en el cuarto y último imperio, y el fin del mundo, con la segunda venida de Cristo, porque “en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre” (Dn. 2:44); este es el reino que Cristo establecerá en Su próxima  venida en gloria.

5.2 La visión de las cuatro bestias (Dn. 7:1-28)

La segunda profecía de Daniel consiste en la visión de cuatro bestias que representan, de forma paralela a la profecía anterior, la sucesión de los mismos cuatro imperios, pero aportando más detalles de los mismos (Dn. 7:1-28). Por ejemplo, es muy importante la aparición de “un cuerno pequeño”, que saldría de la división del Imperio Romano –“la cuarta bestia, espantosa y terrible…” –que “tenía diez cuernos” (Dn. 7:7,20,24). Daniel nos explica que las bestias son los imperios mundiales, y los cuernos que salen del imperio Romano simbolizan los reinos en que se dividiría el mismo con su caída en el año 476 d.C.; y que, poco después de esta fecha, aparecería un “cuerno pequeño”, que derribaría a tres de los reinos anteriores, y que “hacía guerra contra los santos, y los vencía” (Dn. 7:8,20,21,25); éste cuerno pequeño que surge del Imperio Romano es el Anticristo. He desarrollado con más extensión esta profecía en otros dos artículos que publiqué en esta web https://amistadencristo.com (28).

Consideraciones sobre la historicidad de dos personajes –Belsasar rey de Babilonia y Darío de Media o Darío el Medo– que aparecen en el libro de Daniel, y que los críticos ponen entredicho.

Esta profecía le fue dada por Dios a Daniel “en el primer año de Belsasar rey de Babilonia” (Dn. 7:1), posiblemente “en torno a 550 a.C.” (29). Como ha habido críticos que pusieron en duda la veracidad de las profecías de Daniel, porque decían que algunos personajes eran míticos o legendarios, presento ahora unos datos extrabíblicos que prueban la historicidad de algunos personajes, que algunas veces ha sido puesta en duda por aquellos; estos personajes son los reyes Belsasar y Darío de Media.

El último de sus reyes [de Babilonia] fue Nabónido, que gobernó entre los años 556 a.C. y 539 a.C. Era un personaje misterioso; un anciano erudito que parecía más interesado en la religión que en resolver los problemas de Babilonia. En torno a 550 a.C., de improviso, Nabónido se marchó a vivir a Taima, un oasis del desierto Arábigo. Permaneció allí durante diez años, dejando a su hijo mayor, Belshazzar, a cargo de Babilonia. En 539 a.C. los persas invadieron Babilonia y en las batallas que hubo tanto Nabónido como Belshazzar resultaron muertos. Babilonia fue conquistada y convertida en una provincia del Imperio persa. Imperio Babilónico | Historia Universal (mihistoriauniversal.com) (30)

Como vimos en los datos históricos transcritos en el epígrafe anterior, después de la muerte de Nabucodonosor, “Los seis años siguientes fueron para Babilonia un período convulso, en el que se sucedieron hasta tres reyes, dos de los cuales fueron asesinados. El último acto de la crisis se inició con el ascenso al trono en 556 a.C. de Labashi-Marduk, hijo del rey Neriglisar. Seguramente el nuevo monarca era aún un niño, por lo que nada pudo hacer frente a una conspiración de palacio que apenas dos meses después lo derrocó y acabó con su vida” (31). De esta conspiración finalmente salió victorioso Nabónido (o Nabonido, citado sin acento en otras fuentes históricas), “último rey de Babilonia que gobernó entre los años 556 a.C. y 539 a.C.” (32)

“Nabónido sin duda adquirió con el tiempo una posición destacada en el palacio real. Y, de este modo, cuando ya era un hombre de edad avanzada –como se deduce del hecho de que tenía un hijo ya mayor, al que nombraría regente al conquistar el trono–, intervino directamente en la crisis política que se abrió en Babilonia a partir de la muerte de Nabucodonosor II, en el año 562 a.C
[…]
Sin duda, Nabónido debió de formar parte de la conjura, pero no parece que fuera el líder. Tal vez lo aupó al trono su propio hijo, Belshazzar (conocido también como Baltasar). Así se explicaría que justo después de la proclamación de su padre, Belshazzar ascendiera a un lugar preeminente en la corte y se convirtiera en regente del reino durante el largo período de tiempo en que Nabónido estuvo ausente de la capital.” Nabónido, el último rey de Babilonia (nationalgeographic.com.es) (33)

De estas fechas históricas se puede deducir el año en que Daniel tuvo esta visión, que, como hemos podido comprobar, le fue dada varios años después del fin del reinado de Nabucodonosor y de su muerte, que fue en el año 562 a.C., posiblemente “en torno a 550 a.C” (34), mucho antes de que “Darío de Media tomó el reino [de Babilonia], siendo de sesenta y dos años” (Dn. 5:31). Al respecto viene bien notar que, este acontecimiento histórico de la conquista de Babilonia, según fuentes extrabíblicas, se atribuye a Ciro II el Grande, y las mismas fuentes coinciden en que ocurrió en el año 539 a.C.

Hasta aquí los datos históricos sobre los reyes de Babilonia y de Persia se han conjugado bastante bien, pero los historiadores encuentran alguna dificultad en identificar a este personaje, “Darío de Media”, al que Daniel también reconoce como “Darío hijo de Asuero, de la nación de los medos, que vino a ser rey sobre el reino de los caldeos” (Dn. 9:1).

A fin de probar la existencia histórica de Darío de Media y con ello la veracidad de las profecías de Daniel, transcribo a continuación una recopilación de los datos que el libro de Daniel nos aporta respecto a Darío de Media, a fin de contrastarlos, a continuación, con los datos aportados por los eruditos e historiadores que han investigado al respecto, para que nos pueden servir para identificar históricamente la identidad del citado discutido personaje:

“De esta información se deduce lo siguiente: después de la caída de Babilonia, el Imperio Babilónico fue gobernado por Darío, quizá durante la primera parte del reinado de Ciro, según el cómputo de Babilonia. Darío, hijo de Asuero (en griego, Jerjes), es llamado de Media en contraste con Ciro, que es llamado persa (cap. 6:28). Tenía ya 62 años cuando fue conquistada Babilonia, y quizá murió poco después.

Ningún documento extrabíblico -con excepción de los que se basan en Daniel, tales como las obras de Josefo-, menciona a un Darío como gobernante del derrocado Imperio Babilónico antes de Darío I (522-486 a. C.). Futuros hallazgos arqueológicos podrían darnos referencias directas de Darío de Media. Mientras tanto, los intérpretes bíblicos deben tratar de identificar a Darío de Media con alguno de los personajes históricos conocidos por otro nombre durante el tiempo de Ciro. Josefo dice que el Darío del libro de Daniel "tenía otro nombre entre los griegos" (Antigüedades x. 11. 4).” (CBA, t.4. p. 842) (35)

De las cuatro posibles identificaciones contenidas en este Comentario Bíblico elijo la cuarta opción, por considerarla como la más ajustada a los datos históricos que poseemos, al tiempo que es también más coincidente con los datos que aporta el libro de Daniel.

Darío de Media fue Ciajares II, el hijo de Astiages.

“[…] Astiages fue el último gobernante del reino medo antes de que Ciro tomara el imperio. Astiages era hijo de Ciajares (o Ciaxares) I […].(CBA, t.4. p. 842) (36)

Datos históricos aportados por el historiador Jenofonte, según el citado Comentario:

“[…] (1) Ciro, nieto de Astiages por su madre Mandana, había conocido a su tío Ciajares durante los años que Ciro pasó en la corte de su abuelo medo (Ciropedia i. 3. 1; 4. 1, 6- 9, 20-22; 5. 2); (2) Ciajares sucedió a su padre en el trono como rey de Media, después de la muerte de éste (i. 5. 2); (3) cuando Ciro hubo conquistado Babilonia, visitó a su tío llevándole obsequios y le ofreció un palacio en Babilonia; Ciajares aceptó los regalos, y dio su hija a Ciro y también el reino (viii. 5. 17-20).

Aunque no se pueden aceptar los detalles del relato tal como los presenta Jenofonte, es posible que el escritor griego conservara correctamente la tradición de que Ciajares fue el último gobernante medo, y que era suegro de Ciro además de ser íntimo amigo del gran persa. Si estos puntos pueden aceptarse como hechos históricos, se puede creer que Ciro, al rebelarse contra Astiages, permitió que Ciajares II reinara como rey nominal para complacer a los medos. Al mismo tiempo todos sabían en el reino que el verdadero soberano era Ciro, y que Ciajares II sólo era una figura decorativa. En tal caso, Darío de Media puede ser identificado con Ciajares II, quien tal vez había ido a Babilonia aceptando la invitación de Ciro para figurar como rey.” (CBA, t.4. p. 843) (37)

“Siempre que Jenofonte sea exacto, se puede demostrar que Ciajares II tenía ya una edad avanzada cuando cayó Babilonia, en base a lo siguiente: Ciajares II era suegro de Ciro. Ciro mismo tendría con toda probabilidad por lo menos 40 años entonces, lo que es evidente porque su hijo Cambises tenía suficiente madurez como para representarlo oficialmente durante las actividades del día de año nuevo. Por lo tanto, Ciajares II podría haber tenido 62 años cuando cayó Babilonia; edad que Daniel asignó a Darío de Media. Su edad relativamente avanzada -en un tiempo cuando la mayoría de la gente moría joven- podría haber determinado que no sobreviviera por mucho tiempo a la caída de Babilonia. Esto explicaría por qué Daniel menciona únicamente el primer año de su reinado. Jenofonte no nos informa nada más acerca de Ciajares poco después de la conquista de Babilonia.

La declaración hecha por Daniel de que Darío era "hijo" de Asuero quizá debiera entenderse como que era "nieto" de Asuero. Hay abundantes pruebas de que la palabra hebrea que significa "hijo" puede también traducirse por "nieto", o aun un descendiente más remoto (ver com. 2 Rey. 8:26). La forma castellana Asuero viene del hebreo ´Ajashwerosh, que podría ser una traducción de Uvaxshtrah, la antigua grafía persa de Ciajares I, pero no de Astiages.

Si después de su llegada a Babilonia, Darío se convirtió en amigo especial de Daniel, es comprensible que el profeta fechara las visiones recibidas durante ese corto reinado en relación con los años de Darío (cap. 9:1; 11:1), y no con los años de Ciro. Sin embargo, después del año atribuido a Darío, Daniel fechó los acontecimientos en relación con los años del reinado de Ciro (cap. 1:21; 10:1).” (CBA, t.4. p. 844) (38)

La siguiente explicación, que da el erudito bíblico Steven Anderson en su tesis, es también bastante convincente, y prácticamente coincidente con la que da el Comentario Bíblico citado anteriormente:

“La tesis […] es que Ciro compartía poder con un rey medo hasta aproximadamente dos años después de la caída de Babilonia. Este rey medo es llamado Ciajares (II) por el historiador griego Jenofonte, pero es conocido por su nombre de trono Darío en el libro de Daniel. Ciro no hizo una conquista hostil de Media, no destronó al último rey medo, y no se convirtió en el más alto regente del imperio medo-persa sino hasta después de la caída de Babilonia. Ciro era el corregente de Darío, el rey hereditario del reino de Persia, el príncipe heredero de Media y el comandante del ejército medo-persa, aun así, era Darío quien fue oficialmente reconocido como el máximo poder del reino. Darío murió de muerte natural dentro de los dos años posteriores a la caída de Babilonia, y como él no tenía un heredero masculino y Ciro se había casado con su hija, Ciro heredó su posición luego de su muerte y unió a los reinos de Media y Persia en un solo trono. Darío el medo: una solución a su identidad | TruthOnlyBible (39)

5.3 La visión del carnero y del macho cabrío (Dn. 8:1-27)

La tercera profecía de Daniel consiste en la visión de un carnero y de un macho cabrío (Dn. 8:1-27), en este caso son solo dos bestias –“un carnero con dos cuernos” y un “macho cabrío con un cuerno notable entre sus ojos” (Dn. 8:3,5) que representan, de forma paralela a la profecía anterior, al imperio medo-persa y al imperio griego, y “el cuerno notable” a Alejandro el Magno, respectivamente; es decir, a diferencia de las anteriores profecías, se omiten el imperio primero –el de Babilonia–, porque ya correspondía al pasado en este tiempo de Daniel, y el cuarto imperio –el de Roma–, aunque aún futuro ya se había abordado en la profecía anterior; y ahora se pretende concentrarse en detallar acontecimientos que corresponden al imperio griego. Esta interpretación no es humana sino divina, porque es el mismo ángel Gabriel el que explicó el significado de las dos bestias con sus cuernos.

Daniel 8:15-27: (15) Y aconteció que mientras yo Daniel consideraba la visión y procuraba comprenderla, he aquí se puso delante de mí uno con apariencia de hombre. (16) Y oí una voz de hombre entre las riberas del Ulai, que gritó y dijo: Gabriel, enseña a éste la visión. (17) Vino luego cerca de donde yo estaba; y con su venida me asombré, y me postré sobre mi rostro. Pero él me dijo: Entiende, hijo de hombre, porque la visión es para el tiempo del fin. (18) Mientras él hablaba conmigo, caí dormido en tierra sobre mi rostro; y él me tocó, y me hizo estar en pie. (19) Y dijo: He aquí yo te enseñaré lo que ha de venir al fin de la ira; porque eso es para el tiempo del fin. (20) En cuanto al carnero que viste, que tenía dos cuernos, éstos son los reyes de Media y de Persia. (21) El macho cabrío es el rey de Grecia, y el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el rey primero. [no puede ser otro que Alejandro el magno] (22) Y en cuanto al cuerno que fue quebrado, y sucedieron cuatro en su lugar, significa que cuatro reinos se levantarán de esa nación, aunque no con la fuerza de él. [los reinos seléucidas en los que se dividió el imperio griego] (23) Y al fin del reinado de éstos, cuando los transgresores lleguen al colmo, se levantará un rey altivo de rostro y entendido en enigmas [Antíoco Epífanes]. (24) Y su poder se fortalecerá, mas no con fuerza propia; y causará grandes ruinas, y prosperará, y hará arbitrariamente, y destruirá a los fuertes y al pueblo de los santos. [esto se cumplió con la guerra que sostuvo este rey contra los Macabeos] (25) Con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano; y en su corazón se engrandecerá, y sin aviso destruirá a muchos; y se levantará contra el Príncipe de los príncipes, pero será quebrantado, aunque no por mano humana. (26) La visión de las tardes y mañanas que se ha referido es verdadera; y tú guarda la visión, porque es para muchos días. (27) Y yo Daniel quedé quebrantado, y estuve enfermo algunos días, y cuando convalecí, atendí los negocios del rey; pero estaba espantado a causa de la visión, y no la entendía.

Esta profecía describe de forma simbólica, pero magistral, el derrocamiento del Imperio medo-persa –representado por el carnero con dos cuernos– por el imperio griego –simbolizado por el macho cabrío, que “tenía un cuerno notable sobre los ojos” (Dn. 8:6-5)–. Este cuerno notable representa al rey Alejandro el Magno, que conquistó el imperio medo-persa hacia el año 334 a.C., y murió muy joven, cuando tenía unos treinta y tres años, en el año 323 a.C. (40)

También aquí Daniel nos dice cuándo tuvo lugar la visión de esta profecía: “En el año tercero del reinado del rey Belsasar me apareció una visión a mí, Daniel” (Dn. 8:1); este tiempo bíblico relacionado con el reinado del rey Belsasar se correspondería con el dato histórico de alrededor del año 552 a.C., si entendemos que Nabonido dejó a su hijo Belsasar como regente a partir del año 550 a.C., como vimos anteriormente.

Esta profecía, como decía, se focaliza en los acontecimientos provocados por el imperio griego, especialmente por “los cuatro cuerno notables” (Dn. 8:8), que surgieron después de la muerte de Alejandro, y que representan los cuatro principales reinos en que se dividió el imperio griego. A continuación, se nos describe un cuerno pequeño que surge de uno de los citados “cuatro cuernos notables”: “Y de uno de ellos salió un cuerno pequeño, que creció mucho al sur, y al oriente, y hacia la tierra gloriosa. (10) Y se engrandeció hasta el ejército del cielo; y parte del ejército y de las estrellas echó por tierra, y las pisoteó. (11) Aun se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos, y por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su santuario fue echado por tierra (Dn. 8:9).

Es muy importante no confundir este “cuerno pequeño” de esta profecía, que surge de una división del imperio griego, con el “cuerno pequeño” de la profecía anterior de Daniel 7, que surgió de la división del Imperio Romano. Claramente no tienen relación uno con el otro. El “cuerno pequeño” que surge de la división del Imperio Romano, derribó a tres reinos (Dn. 7:8,20,24), y es el Anticristo, el que “se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios” (2 Ts. 2:4).

Sin embargo, el “cuerno pequeño” de Daniel 8:9 surge de uno de los reinos en que se dividió el imperio griego, y ataca el centro del culto del pueblo judío, por lo que puede considerarse un tipo del Anticristo, pues “echa por tierra el santuario” y lo profana, y “quita el continuo sacrificio”: “Aun se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos, y por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su santuario fue echado por tierra” (Dn. 8:11). Este cuerno pequeño es Antíoco IV Epífanes, que reinó del 175 al 164 a.C. (41)

“Antioco IV Epifanes fue un personaje funesto en la historia judía pues intentó aplicar una helenización violenta y radical en Jerusalén. En el 169 tomó la Ciudad Santa y saqueó el templo; poco después, en el 167, prohibió las prácticas religiosas judías y levantó un altar a Zeus en el recinto del Templo instaurando así "la abominación de la desolación" (1 Mac. 1, 54). (42)

Por tanto, esta profecía de Daniel se refiere a Antíoco IV Epífanes, que con su acción violenta contra los judíos, y especialmente, contra los llamados Macabeos, no solo quitó “el continuo sacrificio”, sino que también se atrevió a la profanación del Templo. Daniel, además, profetiza acerca del tiempo en que el Santuario permanecería bajo un uso profano contrario a la Ley de Dios: desde el día de su profanación hasta el día de su purificación pasarían “dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado” (Dn. 8:14).

Daniel 8:11-14: Aun se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos, y por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su santuario fue echado por tierra. (12) Y a causa de la prevaricación le fue entregado el ejército junto con el continuo sacrificio; y echó por tierra la verdad, e hizo cuanto quiso, y prosperó. (13) Entonces oí a un santo que hablaba; y otro de los santos preguntó a aquel que hablaba: ¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio, y la prevaricación asoladora entregando el santuario y el ejército para ser pisoteados? (14) Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado.

En los libros históricos y bíblicos de los Macabeos, que son recogidos por las Biblias católicas, y también, por algunas evangélicas, se describe con rigor la guerra que sostuvieron los Macabeos contra Antíoco IV Epífanes, y la profanación del Templo judío que sufrieron (1 Mac.  1:54-64).

1 Macabeos 1:54-64 (NBJ): El día quince del mes de Quisleu del año ciento cuarenta y cinco levantó el rey sobre el altar de los holocaustos la Abominación de la Desolación. También construyeron altares en las ciudades de alrededor de Judá. (55) A las puertas de las casas y en las plazas quemaban incienso. (56) Rompían y echaban al fuego los libros de la Ley que podían hallar. (57) Al que encontraban con un ejemplar de la Alianza en su poder, o bien descubrían que observaba los preceptos de la Ley, era condenado a muerte por decisión real. (58) Actuaban violentamente contra los israelitas que sorprendían un mes y otro en las ciudades; (59) el día veinticinco de cada mes ofrecían sacrificios en el ara que se alzaba sobre el altar de los holocaustos. (60) A las mujeres que hacían circuncidar a sus hijos las llevaban a la muerte, conforme al edicto, (61) con sus criaturas colgadas al cuello. La misma suerte corrían sus familiares y los que habían efectuado la circuncisión. (62) Muchos en Israel se mantuvieron firmes y se resistieron a comer cosa impura. (63) Prefirieron morir antes que contaminarse con aquella comida y profanar la alianza santa; y murieron. (64) Inmensa fue la Cólera que descargó sobre Israel.

La Biblia de Jerusalén (NBJ, 1998) en sus notas a pie de página, sobre estos versículos, nos explica lo siguiente:

“El día quince del mes de Quisleu del año ciento cuarenta y cinco”  (1 Mac. 1:1) es “el año de la era seléucida, computándola desde la primavera”, que equivale a “diciembre del año 167 a.C.”. (43). Esta es la fecha histórica de la profanación del Templo; y la fecha cuándo el Santuario fue purificado se registra en 2 Mac. 10:1-9; que fue –según también notas de la citada Biblia (NBJ, 1998) a estos versículos– “El 15 de diciembre del 164 a.C., pocas semanas después de la muerte de Antíoco Epífanes” (44); aunque parece que hubo un inicio de la purificación y restauración del Santuario unos meses antes según 1ª Mac. 4:36-34).

2 Macabeos 10:1-9: Macabeo y los suyos, guiados por el Señor, recuperaron el templo y la ciudad, (2) destruyeron los altares levantados por los extranjeros en la plaza pública, así como los recintos sagrados. (3) Después de haber purificado el templo, hicieron otro altar; tomando fuego de pedernal del que habían sacado chispas, tras dos años de intervalo, ofrecieron sacrificios, quemaron incienso, encendieron las lámparas y colocaron los panes de la Presencia. (4) Hecho esto, rogaron al Señor, postrados sobre el vientre, que no les permitiera volver a caer en tales desgracias, sino que, si alguna vez pecaban, los corrigiera con benignidad y no los entregara a los paganos blasfemos y bárbaros. (5) El mismo día en que el templo había sido profanado por los extranjeros, es decir, el veinticinco del mismo mes que es Quisleu, tuvo lugar la purificación del Templo. (6) Lo celebraron con alegría durante ocho días, como en la fiesta de las Tiendas, recordando cómo, poco tiempo antes, por la fiesta de las Tiendas, estaban cobijados como fieras en montañas y cavernas. (7) Por ello, llevando tirsos, ramas hermosas y palmas, entonaban himnos hacia Aquél que había llevado a buen término la purificación de su lugar. (8) Por público decreto y voto prescribieron que toda la nación de los judíos celebrara anualmente aquellos mismos días. (9) Tales fueron las circunstancias de la muerte de Antíoco, apellidado Epífanes.

1 Macabeos 4:36-59 Judas y sus hermanos dijeron: "Nuestros enemigos están vencidos; subamos, pues, a purificar el Lugar Santo y a celebrar su dedicación." (37) Se reunió todo el ejército y subieron al monte Sión. (38) Cuando vieron el santuario desolado, el altar profanado, las puertas quemadas, arbustos nacidos en los atrios como en un bosque o en un monte cualquiera, y las salas destruidas, (39) rasgaron sus vestidos, dieron muestras de gran dolor y echaron ceniza sobre sus cabezas. (40) Cayeron luego rostro en tierra y a una señal dada por las trompetas, alzaron sus clamores al Cielo. (41) Judas dio orden a sus hombres de combatir a los de la Ciudadela hasta terminar la purificación del Lugar Santo. (42) Luego eligió sacerdotes irreprochables, celosos de la Ley, (43) que purificaron el Lugar Santo y llevaron las piedras de la contaminación a un lugar inmundo. (44) Deliberaron sobre lo que había de hacerse con el altar de los holocaustos que estaba profanado. (45) Con buen criterio, acordaron demolerlo para evitarse un oprobio, dado que los paganos lo habían contaminado. Lo demolieron, pues, (46) y depositaron sus piedras en el monte del templo, en un lugar conveniente, hasta que surgiera un profeta que diera respuesta sobre ellas. (47) Tomaron luego piedras sin labrar, como prescribía la Ley, y construyeron un nuevo altar como el anterior. (48) Repararon el Lugar Santo y el interior del templo y santificaron los atrios. (49) Hicieron nuevos objetos sagrados y colocaron dentro del templo el candelabro, el altar del incienso y la mesa. (50) Quemaron incienso sobre el altar y encendieron las lámparas del candelabro, que lucieron en el templo. (51) Pusieron panes sobre la mesa, colgaron las cortinas y dieron fin a la obra que habían emprendido. (52) El día veinticinco del noveno mes, llamado Quisleu, del año ciento cuarenta y ocho, se levantaron al romper el día (53) y ofrecieron sobre el nuevo altar de los holocaustos que habían construido un sacrificio conforme a la Ley. (54) Precisamente fue inaugurado el altar con cánticos, cítaras, liras y címbalos, en el mismo tiempo y el mismo día en que los paganos lo habían profanado. (55) El pueblo entero se postró rostro en tierra y adoró y bendijo al Cielo que los había conducido al triunfo. (56) Durante ocho días celebraron la dedicación del altar y ofrecieron con alegría holocaustos y el sacrificio de comunión y acción de gracias. (57) Adornaron la fachada del templo con coronas de oro y pequeños escudos, restauraron las entradas y las salas y les pusieron puertas. (58) Hubo grandísima alegría en el pueblo, y el ultraje inferido por los paganos quedó borrado. (59) Judas, de acuerdo con sus hermanos y con toda la asamblea de Israel, decidió que cada año, a su debido tiempo y durante ocho días a contar del veinticinco del mes de Quisleu, se celebrara con alborozo y regocijo el aniversario de la dedicación del altar.

Daniel 8:14 registra que el Santuario iba a ser purificado cuando pasaran 2.300 tardes y mañanas, es decir 2.300 sacrificios de mañana y tarde, llamados en la Biblia sacrificio o holocausto continuo, lo que equivaldría literalmente a 1.150 días enteros, que es poco más de tres años. Según los datos históricos citados arriba recogidos por las notas de la Biblia de Jerusalén, el Santuario permaneció profanado unos tres años (Dic/167 a.C. a dic/164 a.C.), que son 1.095 días. La diferencia entre los días enteros profetizados por Daniel y los que realmente sucedieron –en el supuesto de la exactitud de los datos históricos– es cincuenta y cinco días; además debemos tener en cuenta que los datos históricos no siempre pueden calcularse o averiguarse  con precisión matemática.

Este Santuario no puede ser otro que el terrenal, por razones obvias, puesto que en el cielo el sacrificio y la ofrenda son el mismo Cristo que se entregó por nosotros como los cristianos sabemos. Digo esto último, porque los adventistas interpretan que los 2.300 tardes y mañanas son días proféticos o sea 2.300 años, y dan comienzo estos años en el año 457 a.C., por lo que llegan al año 1844 d.C., cuando, según ellos, el Santuario celestial fue purificado de todos nuestros pecados, cuando Cristo entró en Él. Esta interpretación es totalmente incongruente o descabellada.

Sabemos que el “continuo sacrificio” era realizado por el pueblo judío en el Santuario terrenal, y más tarde en el Templo de Jerusalén. La historia nos dice que Jerusalén fue conquistada y profanado su Santuario por Antíoco Epífanes. Este hecho histórico se produjo hacia el año 167 a.C.; y el final de la profecía hacia el año 164 a. C., cuando Judas Macabeo consagra, restaura y purifica de nuevo el templo para volver a dedicarlo a Dios, instaurando la fiesta de la Hanukkah o de la Dedicación, que Cristo honró con su presencia (Juan 10:22). Por tanto, no hay que irse tan lejos, al año 1844, e inventarse un evento celestial invisible, y por tanto incomprobable. La profecía de las 2.300 tardes y mañanas, fueron literales y se cumplió, como testifica la historia, cuando ese santuario fue purificado por los Macabeos, cuando lograron expulsar a Antíoco Epífanes. Esto cumplió la profecía, no obstante, dejo abierta la posibilidad de que, además, los restantes versículos del final de este capítulo 8 (del 17 al 27) –citados arriba–, puedan referirse a un siguiente o doble cumplimiento, con otro personaje, y en un tiempo más allá del año 164 a.C.; pero esto sería muy arriesgado interpretar y podía fácilmente hacernos caer en una elucubración sin sentido.

Si el lector está interesado en profundizar más acerca de esta profecía puede leer un artículo entero que he dedicado a explicar la misma. Indico el enlace del mismo en el apartado de la bibliografía que presento al final de este estudio (45).

 

 

 

0. Índice de las profecías de Daniel *

 

1. Introducción a las profecías de Daniel

 

2. Calendario hebreo en la Biblia para computar los años y los meses

 

3. Contexto histórico durante el destierro del pueblo de Dios.

 

4. Una perspectiva del libro de Daniel

 

5. Un resumen de las principales profecías de Daniel


6. Prólogo de la Profecía de las setenta semanas

 

7. La Profecía de las setenta semanas

 

8. Conclusión al libro de las profecías de Daniel

 

 

Quedo a disposición del lector para lo que pueda servirle.

 

Afectuosamente en Cristo

 

Carlos Aracil Orts
www.amistadencristo.com

 

Si deseas hacer algún comentario a este estudio, puedes dirigirlo a la siguiente dirección de correo electrónico: carlosortsgmail.com

 

 

 

 

 


Referencias bibliográficas

*Las referencias bíblicas están tomadas de la versión Reina Valera de 1960 de la Biblia, salvo cuando se indique expresamente otra versión. Las negrillas y los subrayados realizados al texto bíblico son nuestros.

Abreviaturas frecuentemente empleadas:

AT = Antiguo Testamento

NT = Nuevo Testamento

AP = Antiguo Pacto

NP = Nuevo Pacto

Las abreviaturas de los libros de la Biblia corresponden con las empleadas en la versión de la Biblia de Reina-Valera, 1960 (RV, 1960)

pp, pc, pú referidas a un versículo bíblico representan "parte primera, central o última del mismo ".

Abreviaturas empleadas para diversas traducciones de la Biblia:

NBJ: Nueva Biblia de Jerusalén, 1998.

BTX: Biblia Textual

DHHe (D): versión Dios habla hoy con Deuterocanónicos

Jünemann: Sagrada Biblia-Versión de la LXX al español por Guillermo Jüneman

N-C: Sagrada Biblia- Nacar  Colunga-1994

JER 2001: *Biblia de Jerusalén, 3ª Edición 2001

BLA95, BL95: Biblia Latinoamericana, 1995

LBLA: La Biblia de las Américas

BNP: La Biblia de Nuestro Pueblo

NVI 1999: Nueva Versión Internacional 1999

LPD: El Libro del Pueblo de Dios, Levoratti y Trusso

SB-MN: . La Santa Biblia-Martín Nieto

SRV2004: Spanish Reina Valera 2004

Bibliografía citada

(1) Comentario bíblico Adventista Séptimo día. Tomo 2, Pág. 105. Publicaciones Interamericanas, 1984
(2) Comentario bíblico Adventista Séptimo día. Tomo 2, Pág. 113. Publicaciones Interamericanas, 1984
(3) Comentario bíblico Adventista Séptimo día. Tomo 2, Pág. 139. Publicaciones Interamericanas, 1984
(4) Comentario bíblico Adventista Séptimo día. Tomo 2, Pág. 139-140. Publicaciones Interamericanas, 1984
(5) Comentario bíblico Adventista Séptimo día. Tomo 2, Pág. 140. Publicaciones Interamericanas, 1984
(6) Comentario bíblico Adventista Séptimo día. Tomo 2, Pág. 140. Publicaciones Interamericanas, 1984
(7) Comentario bíblico Adventista Séptimo día. Tomo 2, Pág. 141-142. Publicaciones Interamericanas, 1984
(8) Comentario bíblico Adventista Séptimo día. Tomo 2, Pág. 164-165. Publicaciones Interamericanas, 1984
(9) Comentario bíblico Adventista Séptimo día. Tomo 2, Pág. 105-106. Publicaciones Interamericanas, 1984
(10) Comentario bíblico Adventista Séptimo día. Tomo 2, Pág. 103-108. Publicaciones Interamericanas, 1984
(11) Comentario bíblico Adventista Séptimo día. Tomo 3, Pág. 88. Publicaciones Interamericanas, 1984
(12) Comentario bíblico Adventista Séptimo día. Tomo 3, Pág. 89. Publicaciones Interamericanas, 1984
(13) Comentario bíblico Adventista Séptimo día. Tomo 3, Pág. 89. Publicaciones Interamericanas, 1984
(14) Comentario bíblico Adventista Séptimo día. Tomo 3, Pág. 86. Publicaciones Interamericanas, 1984
(15) Comentario bíblico Adventista Séptimo día. Tomo 3, Pág. 89-90. Publicaciones Interamericanas, 1984
(16)  Cid, Carlos y  Riu, Manuel. “Historia de las Religiones”. Pág. 309
(17)  Cid, Carlos y  Riu, Manuel. “Historia de las Religiones”. Pág. 309
(18)  Cid, Carlos y  Riu, Manuel. “Historia de las Religiones”. Pág. 311
(19) Comentario bíblico Adventista Séptimo día. Tomo 2, pág. 163-164. Publicaciones Interamericanas, 1984
(20) Comentario bíblico Adventista Séptimo día. Tomo 3, pág. 93. Publicaciones Interamericanas, 1984
(21)  Cid, Carlos y  Riu, Manuel. “Historia de las Religiones”. Pág. 312
(22) La Biblia Dios Habla Hoy (Notas) (DHHn) al texto del libro de  Daniel (1:21)
(23) Imperio Babilónico (2020). Recuperado de Historia Universal. https://mihistoriauniversal.com/edad-antigua/imperio-babilonico
(24) Nabonido, el último rey de Babilonia. https://historia.nationalgeographic.com.es/a/nabonido-ultimo-rey-babilonia_8189
(25) Ibid.
(26) Comentario bíblico Adventista Séptimo día. Tomo 3, pág. 93. Publicaciones Interamericanas, 1984
(27)  Cid, Carlos y  Riu, Manuel. “Historia de las Religiones”. Pág. 314
(28) Aracil Orts, Carlos. https://amistadencristo.com: ¿Es el Arcángel Miguel el que detiene al Anticristo?, El dragón, la bestia, los reinos mundiales y el Reino de Dios
(29) Imperio Babilónico (2020). Recuperado de Historia Universal. https://mihistoriauniversal.com/edad-antigua/imperio-babilonico
(30) Ibid.
(31) Nabonido, el último rey de Babilonia. https://historia.nationalgeographic.com.es/a/nabonido-ultimo-rey-babilonia_8189
(32) Imperio Babilónico (2020). Recuperado de Historia Universal. https://mihistoriauniversal.com/edad-antigua/imperio-babilonico
(33) Nabonido, el último rey de Babilonia. https://historia.nationalgeographic.com.es/a/nabonido-ultimo-rey-babilonia_8189
(34) Imperio Babilónico (2020). Recuperado de Historia Universal. https://mihistoriauniversal.com/edad-antigua/imperio-babilonico
(35) Comentario bíblico Adventista Séptimo día. Tomo 4, pág. 842. Publicaciones Interamericanas, 1984
(36) Ibid.
(37) Ibid. Pág. 843
(38) Ibid. Pág. 844
(39) Anderson Steven. Darío el medo: una solución a su identidad | TruthOnlyBible
(40) Alejandro Magno - Wikipedia, la enciclopedia libre
(41) Antíoco IV Epífanes - EcuRed
(42) Ibid.
(43) Biblia de Jerusalén (NBJ, 1998), pág. 609.  Editorial Desclée Brouwer, S.A., 1998, Bilbao.
(44) Ibid. pág. 658
(45) Aracil Orts, Carlos. https://amistadencristo.com: La profecía de los 2.300 días-años y el juicio investigador
(46) Imperio Babilónico (2020). Recuperado de Historia Universal. https://mihistoriauniversal.com/edad-antigua/imperio-babilonico
(47) Comentario bíblico Adventista Séptimo día. Tomo 4, págs. 878-879. Publicaciones Interamericanas, 1984
(48) Comentario bíblico Adventista Séptimo día. Tomo 4, págs. 879. Publicaciones Interamericanas, 1984
(49) Ivorra, Carlos. Profesor de la Universidad de Valencia. https://www.uv.es/ivorra/index.html: El año cero no existe (uv.es)
(50) Ibid.
(51) Comentario bíblico Adventista Séptimo día. Tomo 4, págs. 879. Publicaciones Interamericanas, 1984
(52) Felipe del Rey, Pedro de, 2000: Jesús de Nazaret  (Un Personaje histórico), pág. 69. Ediciones Garfisus, S.L. Sector Oficios,23;  28760 Tres Cantos (Madrid)
(53) Ivorra, Carlos. Profesor de la Universidad de Valencia.
(54) Ivorra, Carlos, Profesor de la Universidad de Valencia. https://www.uv.es/ivorra/Historia/Imperio_Romano/SigloIg.htm 50 - 70 (uv.es))
(55) Ibid.

 

© Carlos Aracil Orts. Derechos reservados. No obstante, se concede permiso de reproducir cualquier contenido de este sitio Web, con las siguientes condiciones: (1) Que no sea usado con objetivos comerciales. No se permite la venta de este material. (2) En todo caso, se debe incluir claramente la dirección de este sitio web: www.amistadencristo.com, y el nombre del autor o autores que figuren en cada estudio o artículo publicado en esta web. (3) Se ha de dar reconocimiento también a otros autores y a sus respectivas fuentes originales del material que se haya usado en la composición y redacción del contenido de esta web, manteniendo las referencias textuales con derechos de autor (copyright).

 

Carlos Aracil Orts

www.amistadencristo.com

 

 

 

 

<Anterior><Arriba> <Siguiente>