Preguntas y Respuestas
Miscelánea
¿Apoya la Biblia la creencia en la reencarnación?
¿Fue Juan el Bautista la reencarnación de Elías?
Versión: 12-09-15
Carlos Aracil Orts
1. Introducción*
Estimado hermano Arturo, me alegro de tener noticias de usted, y le agradezco sus comentarios y consulta siguientes:
"No entiendo bien quién era Elías. No sé si fue un adelantado a su tiempo, que tuvo el Espíritu Santo en su interior antes del sacrificio de Jesús. O fue el mismo Elías encarnado, o Jesús utilizó una metáfora..." (Arturo).
¿Se refiere usted a Elías o a Juan el Bautista? Entiendo que usted quiso escribir “No entiendo bien quién era Juan el Bautista” en lugar de: “No entiendo bien quién era Elías”. En cualquier caso, la Palabra de Dios describe muy bien a cada uno de ellos, como comprobaremos más adelante; ahora veamos la continuación de su escrito:
“Entonces sus discípulos le preguntaron, diciendo:¿Por qué, pues, dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero? (11) Respondiendo Jesús, les dijo: A la verdad, Elías viene primero, y restaurará todas las cosas. (12) Mas os digo que Elías ya vino y no le conocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron; así también el Hijo del Hombre padecerá de ellos. (13) Entonces los discípulos comprendieron que les había hablado de Juan el Bautista” (Mateo 17:10-13).
"¿Significó esto que Juan el Bautista fuera un Elías reencarnado?
"Cuando unos sacerdotes judíos le preguntaron a Juan: “¿Eres Elías?”, él dijo: “No lo soy” (Juan 1:21). Entonces, ¿qué quiso decir Jesús?
"Como el ángel de Jehová predijo, Juan fue delante del Mesías de Jehová “con el espíritu y poder de Elías, para volver los corazones de padres a hijos y los desobedientes a la sabiduría práctica de los justos, para alistar para Jehová un pueblo preparado” (Lc. 1:17).
"De modo que Juan el Bautista estaba cumpliendo profecía al hacer una obra como la del profeta Elías (Mal. 4:5, 6.).
"¿Está bien si entiendo que Jesús quiso decir, que Juan vino a hacer lo mismo de Elías? Pues según la Escritura Elías no murió. Lo que no entiendo es ¿para qué ser tan ambiguo? ¿Me podría ayudar con esta duda?
Gracias".
(Arturo)
En lo que sigue trataré de responder a sus dudas; para ello, en primer lugar, contrastaremos la vida de estos dos grandes profetas –Elías del Antiguo Testamento (AT), y Juan el Bautista en el Nuevo Testamento (NT), el precursor y el testigo de Jesucristo; y en segundo lugar, evidenciaremos que la doctrina de la reencarnación es de creación satánica, porque contradice frontalmente a la Biblia y es defendida por las religiones esotéricas, ocultistas, orientalistas, espiritistas, etc.
2. ¿Es Juan el Bautista la reencarnación de Elías? Es decir ¿se trata de la misma persona en dos cuerpos diferentes?
Para saber quién era Elías y lo que hizo, véase en el AT: 1ª Reyes 17:1-19:21 y 2 Reyes 1.1-2:11:
- Predice la sequía (1 R. 17:1)
- Alimentado por los cuervos (1 R. 17:2-7)
- Alimentado por la viuda de Sarepta (1 R. 17:8-16)
- Resucita al hijo de la viuda (1 R. 17:17-24)
- Regresa al territorio de Acab (1 R. 18:1-19)
- Elías y los profetas de Baal (1 R. 18:20-40)
- Ora para que vuelva a llover (1 R. 18:41-46)
- Huye a Horeb (1 R. 19:1-8)
- Oye la voz de Dios (1 R. 19:9-18)
- Llama a Eliseo para que le sustituya (1 R. 19:19-21)
- Reprende a Acab (1 R. 21:17-29)
- Pide que descienda fuego del Cielo (2 R. 1:3-16)
- Es arrebatado al Cielo (2 R. 1:11)
Otros textos en que se nombra a Elías:
- "Yo os envío al profeta Elías" (Mal. 4:5)
- "Él es aquel Elías que había de venir" (Mt. 11:14; 16:14; Mr. 8:28; Lc. 9:19).
- "Aparecieron Moisés y Elías hablando con Él…" (Mt. 17:3; Mr. 9:4; Lc. 9:30)
- “Mas os digo que Elías ya vino” (Mt. 17:12; Mr. 9:13).
- "Irá delante de Él con el espíritu y el poder de Elías" (Lc. 1:17)
- “Le preguntaron… ¿Eres tú Elías? Dijo: No” (Jn. 1:21)
- Etc.
Para conocer quién era Juan el Bautista y su obra, véase el NT:
- Se predice su nacimiento de una mujer estéril –Elisabet–, y que sería “lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre” (Lc. 1:5-25).
- Nace (Lc. 1:57-66).
- Predica y bautiza (Mt. 3:1-12; Mr. 1:4-11; Lc. 3:1-18)
- Es encarcelado (Mt. 14:3-4; Mr. 6:17-18; Lc. 3:19-20)
- Envía mensajeros a Jesús (Mt. 11:1-6; Lc. 7:18-23)
- Alabado por Jesús (Mt. 11:7-15; Lc. 7:24-35)
- Decapitado y enterrado: (Mt. 14:6-12; Mr. 6:19-29)
Elías (c. 900 a.C.) y Juan el Bautista (c. 4 a.C.), que son dos grandes profetas que les separan unos novecientos años de historia, dos personalidades diferentes e inconfundibles, que vivieron en distintas dispensaciones, tienen fundamentalmente en común que fueron profetas de Dios, llenos del Espíritu Santo.
La misión de Elías fue luchar contra la idolatría reinante en su tiempo, en Israel, denunciando a los falsos dioses y dando testimonio del verdadero y único Dios; y la misión de Juan el Bautista fue identificar y señalar a Jesús de Nazaret como el Mesías e Hijo de Dios, y preparar el camino para su misión, que fue anunciar el Evangelio y la instauración de Su Reino celestial. Ambos –tanto Elías como Juan el bautista– se sintieron solos en el desarrollo de sus respectivas misiones, y ambos usaban una vestimenta parecida o semejante:
Veamos cuán parecidas, peculiares y originales eran sus formas y costumbres de vestir en ambos personajes:
Elías:
2 Reyes 1:8: Y ellos le respondieron: Un varón que tenía vestido de pelo, y ceñía sus lomos con un cinturón de cuero. Entonces él dijo: Es Elías tisbita.
Juan:
Marcos 1:6: Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y comía langostas y miel silvestre.
Por estas similitudes y aspectos comunes a ambos, no debe extrañarnos que los profetas –inspirados por el Espíritu Santo– hablaran de que Dios enviaría “al profeta Elías” (Mal. 4:5), es decir, alguien con parecidas características y cualidades, pero no la misma persona; esto es aclarado –completamente y sin dejar lugar a dudas– en el Nuevo Testamento, cuando se registra que “Él [Juan el Bautista] es aquel Elías que había de venir” (Mt. 11:14; cf. Mt. 17:11-13; Mr. 9:11-13; etc.). Nadie puede poner en duda los testimonios de Jesucristo –“Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir” (Mateo 11:14), y del propio Juan el Bautista: “Y Le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No” (Jn. 1:21).
Aunque en el supuesto que fuera cierta la doctrina de la reencarnación, es decir, que los espíritus de seres humanos que han muerto toman los cuerpos de otros seres a fin de tener otra vida, en el caso que nos ocupa sería evidentemente imposible, porque Elías nunca murió, pues él no es un espíritu sin cuerpo, y tampoco puede abandonar su propio cuerpo glorificado en el cielo, para habitar en el de Juan el Bautista, porque eso supondría renunciar a él mismo, morir como Elías y volver a vivir como Juan el Bautista, para sufrir y volver a morir: totalmente insensato, increíble e imposible.
Como es evidente, Juan el Bautista no es Elías ni, por supuesto, una reencarnación de Elías, puesto que esto no es bíblico sino satánico; la reencarnación es una doctrina del diablo. Pero ambos profetas tienen características en común, por ejemplo, ambos fueron profetas de Dios, llenos del Espíritu Santo, que denunciaron el pecado de los poderosos. Nadie debería extrañarse de que ambos tuvieran el Espíritu Santo, pues Él actuó en este planeta desde el principio del mundo (Gn. 1:1), aunque, ciertamente no se prodigaba, como ocurrió a partir del día de Pentecostés del año de la muerte y resurrección de Jesús (30 d.C.), cuando se manifestó plenamente al ser enviado por Jesús cuando fue glorificado por el Padre (véanse, si se desea, artículos en mi web en los que me refiero al Espíritu Santo).
Puesto que el Nuevo Testamento interpreta y explica al Antiguo Testamento, no tenemos motivos para confundirnos si somos cuidadosos en el estudio de la Palabra de Dios y ejercemos auténtica fe en ella. Veamos cómo el profeta Malaquías (autor del último libro del AT) registra que Dios enviaría “al profeta Elías, antes de que venga el día de Jehová, grande y terrible” (Mal. 4:5). Este Elías, que había de venir, es Juan el Bautista según el claro y solvente testimonio de Jesucristo –“Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir” (Mateo 11:14).
Juan nace milagrosamente como fruto de un matrimonio de edad avanzada (Elisabet, siendo estéril, y Zacarías):
Lucas 1:13-17: Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan. (14) Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento; (15) porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre. (16) Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos. (17) E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.
Estimado hermano, Dios no es ambiguo, pues nos habla claro a través de su Palabra, lo que ocurre es que, a veces, dudamos, es decir, desconfiamos de la misma; pero Él quiere que estudiemos su Palabra, que profundicemos en ella y comprobemos como se cumplen todas las profecías registradas en el AT en Jesús.
Vea como también Isaías profetiza acerca de Juan el Bautista –"el Elías que había de venir"– como la “voz que clama en el desierto: Preparad el camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios” (Isaías 40:3). Y compruebe como son relacionadas por los evangelistas y por el mismo Jesús estas profecías del AT con su cumplimiento registrado en los Evangelios (Mt. 3:1-3; Mr. 1:2-5; Lc.1:16-17; 3:2-6; 7:26-27; Jn. 1:23). La voz que clama en el desierto para preparar los caminos del Señor se refiere sin duda a Juan el Bautista: “Este es de quien está escrito: He aquí, envío mi mensajero delante de tu faz, El cual preparará tu camino delante de ti” (Lucas 7:27).
3. Conclusión: ¿Apoya la Biblia la creencia en la reencarnación?
Los partidarios de la creencia de la reencarnación –consistente en que los seres humanos, cuando mueren se despojan del cuerpo, y el espíritu sigue viviendo en otro mundo, hasta que decide reencarnarse de nuevo en el embrión de otro ser humano que nace, y así sucesivamente, durante múltiples rencarnaciones y miles de años, hasta que alcance la perfección– pretenden basarse en algunos textos de la Biblia, como el del Evangelio de san Mateo (17:10-13) :
Mateo 17:10-13: Entonces sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Por qué, pues, dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero? (11) Respondiendo Jesús, les dijo: A la verdad, Elías viene primero, y restaurará todas las cosas. (12) Mas os digo que Elías ya vino, y no le conocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron; así también el Hijo del Hombre padecerá de ellos. (13) Entonces los discípulos comprendieron que les había hablado de Juan el Bautista.
Para interpretar correctamente la Biblia, es necesario tener en cuenta también todos los demás textos que se refieren a este tema. Los judíos creían que Elías regresaría a la Tierra antes del juicio final, porque así estaba profetizado por el profeta Malaquías, en el libro de su mismo nombre, del Antiguo Testamento (Malaquías 3:23-24 [NBJ] ó 4:5-6 [RV-1960]). Ahora, es preciso saber que Elías no pasó por la muerte sino que fue arrebatado al cielo “en un torbellino” (2ª Reyes 2:11-13), a semejanza de Enoc (Hebreos 11:5); y del mismo modo que Jesús subió al cielo (Hechos 1:9). Ciertamente, Elías y Moisés se presentaron físicamente, con cuerpos glorificados, a Jesús en el monte de la transfiguración (Mateo 17:1-6; Marcos 9:2-8; Lucas 9:28-36), siendo testigos de este maravilloso evento, Pedro, Santiago y Juan, según relatan los tres Evangelios citados (1).
Malaquías 3:23-24 (NBJ): Voy a enviaros al profeta Elías antes de que llegue el Día de Yahvé, grande y terrible. (24) Él reconciliará a los padres con los hijos y a los hijos con los padres, y así no vendré a castigar la tierra con el anatema.
Lo primero que debemos preguntarnos es ¿cómo podía Elías haberse despojado de su cuerpo glorioso, para convertirse en un espíritu, sin tener que morir, para luego reencarnarse en el cuerpo de Juan el Bautista? ¿Qué sentido tendría reencarnarse si Elías está en el Paraíso celestial con un cuerpo físico, y cómo podría desprenderse de su cuerpo a voluntad, sin que ello implicara morir?
En segundo lugar, la interpretación del propio Jesucristo es definitiva para toda persona que busca con sinceridad la verdad. Jesús afirmó que “el Elías” que había de venir fue Juan el Bautista. No que Elías se reencarnase en el embrión concebido por Elisabet y Zacarías (Lucas 1:13-17), y se transformara en Juan, sino que nacería un nuevo profeta –Juan el Bautista–, que sería semejante a Elías, porque predicaría con su mismo Espíritu –“E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías” (ver Lucas 1:17).
¿Cuál era “el espíritu y el poder de Elías” que recibió Juan el Bautista sino el don del Espíritu Santo? Si esta explicación no es suficiente para los creyentes en la reencarnación, que nos expliquen de qué “espíritu” iba Eliseo a recibir doble porción. Veamos los textos:
2 Reyes 2:9-16: Cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea quitado de ti. Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí. (10) Él le dijo: Cosa difícil has pedido. Si me vieres cuando fuere quitado de ti, te será hecho así; mas si no, no. (11) Y aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino. (12) Viéndolo Eliseo, clamaba: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo! Y nunca más le vio; y tomando sus vestidos, los rompió en dos partes. (13) Alzó luego el manto de Elías que se le había caído, y volvió, y se paró a la orilla del Jordán. (14) Y tomando el manto de Elías que se le había caído, golpeó las aguas, y dijo: ¿Dónde está Jehová, el Dios de Elías? Y así que hubo golpeado del mismo modo las aguas, se apartaron a uno y a otro lado, y pasó Eliseo. (15) Viéndole los hijos de los profetas que estaban en Jericó al otro lado, dijeron: El espíritu de Elías reposó sobre Eliseo. Y vinieron a recibirle, y se postraron delante de él. (16) Y dijeron: He aquí hay con tus siervos cincuenta varones fuertes; vayan ahora y busquen a tu señor; quizá lo ha levantado el Espíritu de Jehová, y lo ha echado en algún monte o en algún valle. Y él les dijo: No enviéis.
“El espíritu de Elías reposó sobre Eliseo” (2ª Reyes 2:15). ¿Significa esto que Elías se reencarnó en Eliseo, siendo éste un adulto, y sin haber muerto previamente Elías? ¿Acaso no disponía Eliseo de su propio espíritu? Las respuestas a estas preguntas no se pueden responder diciendo: "el espíritu de Elías se posesionó de Eliseo, y ahora ya no vivía como Eliseo sino como Elías". Todo esto evidentemente son elucubraciones reencarnacionistas y espiritistas, y quizá también hinduistas, budistas, etc., pero de ningún modo son cristianas. La respuesta cristiana es que el mismo Espíritu Santo del que estaba lleno Elías pasó a Eliseo, y así se cumplió la petición de Eliseo, al recibir éste doble porción del Espíritu Santo que tenía Elías.
Mateo 11:13-14: Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan. (14) Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir.
Lucas 1:13-17: Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan. (14) Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento; (15) porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre. (16) Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos. (17) E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.
El propio Juan el Bautista niega que él sea Elías (Juan 1:19-21). Pero los detractores dirán: "Claro él no era consciente de ser una reencarnación de Elías". ¿De qué sirven, pues, las reencarnaciones si no se es consciente de nada de lo que se ha vivido en la multitud de vidas que ha podido tener cada espíritu? Pero la Palabra de Dios es muy clara, Juan el Bautista fue “lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre” (Lucas 1:15). El no recibió el espíritu de Elías en su concepción, cuando era un embrión sino al Espíritu Santo, el mismo Espíritu que recibieron Elías y Eliseo, y por eso, Juan iría delante del Señor con el espíritu y el poder de Elías (Lucas 1:17), para preparar la predicación de Cristo.
Juan 1:19-21: Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas para que le preguntasen: ¿Tú, quién eres? (20) Confesó, y no negó, sino confesó: Yo no soy el Cristo. (21) Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No.
Quedo a su disposición en lo que pueda servirle.
Afectuosamente en Cristo.
Carlos Aracil Orts
www.amistadencristo.com
Si deseas hacer algún comentario a este estudio, puedes dirigirlo a la siguiente dirección de correo electrónico: carlosortsgmail.com
Referencias bibliográficas
* Las referencias bíblicas están tomadas de la versión Reina Valera de 1960 de la Biblia, salvo cuando se indique expresamente otra versión. Las negrillas y los subrayados realizados al texto bíblico son nuestros.
(1) En el siguiente artículo –¿Apoya la Biblia que hay vida consciente después de la muerte?– trato, de pasada, el tema de Elías y de la resurrección de Moisés.
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