Preguntas y Respuestas
Miscelánea
¿Ignoraba Jesús la fecha del fin del mundo?
Versión: 23-03-13
Carlos Aracil Orts
1. Introducción*
Estimada hermana Trini, comprendo muy bien las inquietudes y dudas que me plantea. Voy a tratar de responder a las mismas siguiendo el mismo orden en que las formula. Pero sabemos que nuestros límites son, por un lado, el personal, y por otro, lo revelado en la Biblia. Con lo que no está revelado en la Palabra de Dios no deberíamos especular, y si lo hacemos tendríamos que ser prudentes y humildes, y plantearlo claramente como posibilidades u opiniones.
Deuteronomio 29:29: Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley.
1 Corintios 4:5-6: Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios. (6) Pero esto, hermanos, lo he presentado como ejemplo en mí y en Apolos por amor de vosotros, para que en nosotros aprendáis a no pensar más de lo que está escrito, no sea que por causa de uno, os envanezcáis unos contra otros.
Con los siguientes dos estudios bíblicos respondí sus dos primeras preguntas:
¿Qué simboliza el Árbol de la Vida?
¿Qué bien haré para tener para tener la vida eterna?
El resto de sus dudas e inquietudes que me formulaba en el mismo correo de 16 de marzo de 2013 son las que voy a tratar en este estudio bíblico, y que a continuación indico:
¿Cómo entender que Jesucristo sea Dios y Hombre a la vez?
¿Cómo podía Jesús ser Dios si ignoraba el día y la hora del fin del mundo?
¿A quién dirigir las oraciones a Dios Padre o al Hijo?
2. ¿Cómo entender que Jesucristo sea Dios y Hombre a la vez?
Entiendo muy bien su duda sobre la doctrina de la Trinidad. Las criaturas humanas estamos muy limitadas. No podemos abarcar a Dios que es un Ser infinito. Solo podemos, humildemente, aceptar Su Palabra. Si Él se ha manifestado en la misma como tres Personas ¿por qué no creerlo aunque no podamos comprenderlo? Solo la Biblia revela a Dios. No hay otra revelación en el mundo que nos hable de Dios y de Su voluntad con verdad.
Humana y racionalmente apenas podemos entrever que Dios sea uno y, a la vez, tres personas distintas: Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios el Espíritu Santo, pero es un único Dios, no son tres Dioses. Su unidad de acción es completa e indivisible. Es un único ser, muy complejo porque lo forman tres personas infinitas con una sola voluntad, y todas con las mismas características de eternidad, omnipotencia, omnipresencia, omnisciencia, presciencia, infinita sabiduría, bondad, santidad, misericordia, etc.
Me pregunto ¿por qué Dios tiene que ser una sola Persona que no tuviera a nadie con quien comunicarse que fuera de su mismo rango? ¿No es más perfecto Dios siendo uno en tres, que siendo solo una persona? Si Dios es amor (1ª Juan 4:8,16) ¿cómo podría amar antes de que hubiese creado a sus criaturas?
De esta manera, no es difícil concebir a Dios como una familia: Padre, Hijo y Espíritu Santo, análogamente como la familia humana está formada principalmente por padre, madre e hijos.
Ahora podemos preguntarnos por qué Jesucristo no puede ser la primera criatura que Dios ha creado, porque si así fuera Su sacrificio no hubiera sido válido para salvar a la Humanidad, para redimirla de sus pecados. Porque una criatura aunque sea celestial no puede pagar el precio de millones de vidas humanas.
Si Jesucristo no fuera Dios su sacrificio tendría un valor finito como corresponde a cualquier criatura de Dios. De ninguna manera un ser creado podría entregar su vida finita como pago de las condenas a muerte que merecen todos los seres humanos, sustituirlos a todos, cargando con la penalidad que les corresponde. Lo excelso, lo inconmensurable, lo maravilloso del cristianismo es que Dios se hizo hombre "para salvar lo que se había perdido" (Mateo 18:11; Lucas 19:10).
Es natural y lógico que no acabemos de creer que el Dios del Universo, un Ser espíritu puro e infinito, Rey de reyes y Señor de señores, creador de todo cuanto existe haya podido rebajarse hasta el máximo y convertirse en una criatura; pero no solo eso sino que se formara en el vientre de una mujer como cualquier bebé humano, convertido en un espermatozoide capaz de fecundar a un óvulo, y crecer y desarrollarse, aprendiendo como lo que es, una criatura humana, pero sin dejar de ser Divino en ningún momento. ¿Por qué dudamos que eso pueda haber sucedido así, como lo prueba que Cristo nació en tiempo de Herodes el Grande y murió y resucitó en tiempo de Poncio Pilato, y ahora está sentado a la diestra de Dios Padre? “Porque nada hay imposible para Dios” (Lucas 1:37). Si creyéramos las palabras del Evangelio, no dudaríamos tanto.
Por otro lado, reflexionemos un poco, ¿por qué Dios no iba a poder nacer como un hombre, tomando cuerpo de una mujer? ¿Qué o quién se lo podía impedir? Además, ¿qué mérito tendría que Dios delegase en una criatura la redención del mundo? ¿Acaso Él mismo no iba a atreverse a bajar a la Tierra, y humillarse hasta lo máximo, como nos dice la Palabra: “siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, (7) sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; (8) y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” (Filipenses 2:6-8)?
Filipenses 2:5-11: Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, (6) el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, (7) sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; (8) y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. (9) Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, (10) para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; (11) y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
Si decimos “que Jesucristo es una creación de Dios, la primera, y que mediante Él fueron creadas todas las cosas y que es Rey del Reino y que es su Hijo, el Mesías”, eso es negar su divinidad, pues es considerarlo como un ser creado, una criatura de Dios, un ser finito, que tiene un origen, y por tanto no es eterno. Y lo convertiríamos en un dios menor, lo que es totalmente contrario a la Escritura. Medite en los siguientes textos:
Jeremías 23:5-6: He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra. (6) En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su nombre con el cual le llamarán: Jehová, justicia nuestra.
Isaías 44:6-8: Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios. (7) ¿Y quién proclamará lo venidero, lo declarará, y lo pondrá en orden delante de mí, como hago yo desde que establecí el pueblo antiguo? Anúncienles lo que viene, y lo que está por venir. (8) No temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oír desde la antigüedad, y te lo dije? Luego vosotros sois mis testigos. No hay Dios sino yo. No hay Fuerte; no conozco ninguno.
Isaías 46:9-10: Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, (10) que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero;
Compare los anteriores textos con Juan 1:1-3, y se dará cuenta que no puede haber un dios con minúscula aparte del Dios con mayúscula. “Nada hay semejante a mí” (Isaías 46:9) y Jehová es el redentor por tanto Jehová es Jesús.
Juan 1:1-3: En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. (2) Este era en el principio con Dios. (3) Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
Compare también Isaías 44:6 con los siguientes textos:
Apocalipsis 1:7-13: He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén. (8) Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso. (10) […] una gran voz como de trompeta, (11) que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. […] (12) Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro, (13) y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro.
Apocalipsis 2:8: Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto:
Apocalipsis 22:12-13: He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. (13) Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último.
Conocer a Dios es amarle y aceptarle tal y como se presenta en la Biblia, y no podemos, por tanto, mutilarle, y reducirlo a una sola Persona, porque entonces desvirtuamos el mensaje revelado y hacemos a Dios mentiroso.
Estimada hermana, no voy a continuar con más argumentos, le remito a la misma Palabra; solo le ruego que reflexione con los textos que hablan de Dios, y tenga en cuenta, que Cristo asumió el papel de Hijo, y en su humanidad es como uno de nosotros pero sin pecado (2 Corintios 5:21; 1ª Pedro 1:19; Hebreos 4:15). Aunque Él no dejó de ser Dios en ningún momento, Él no hizo uso de su divinidad sino que sometió su voluntad humana a la divina. No hay por qué extrañarse que para la humanidad de Cristo, Dios Padre, sea no solo su Dios sino también su Padre; pero la Persona divina del Hijo es de la misma sustancia o misma esencia que la del Padre (Hebreos 1:3,8).
No se fie de la lógica humana, porque a Dios no lo podemos encasillar bajo las premisas humanas. Entiendo perfectamente lo que me dice, y estoy de acuerdo con usted en que la salvación proviene de la fe en Cristo, y no por pertenecer a ninguna iglesia sino por ser fiel a su conciencia y a la Palabra de Dios.
Jesucristo habla de su Padre en segunda persona porque aunque Él y el Padre son uno en todo, son dos personas distintas, el Padre es Dios, y el Hijo es Dios, pero ambos son distintos, no pueden confundirse porque son dos personas distintas. No se desanime, sino por el contrario sírvale de acicate y estimulo tener un Dios tan grande, que no sea posible comprenderlo perfectamente, porque eso mismo sería señal de que sería un dios hecho a nuestra medida y no el verdadero Dios.
Me tomo la libertad de sugerirle que estudie usted las pruebas bíblicas y se deje convencer por ellas y no por la mente racional ni por los argumentos humanos que le hayan podido enseñar.
Medite, por favor, apreciada hermana, en algunos textos que le dejo:
¿Por qué Cristo recibe los títulos que solo corresponden a Dios, como el de “Rey de reyes y Señor de señores” (Apocalipsis 19:16), y el de Creador (Colosenses 1:16-17; Hebreos 1;1, 8; Romanos 9:5). Estudie el AT y descubrirá que el Jehová que aparece allí es precisamente el Hijo de Dios antes de encarnarse como hombre (Isaías 9:6; 43:11; 44:6-8; 48:12-13; compare con Apocalipsis 1:17):
Isaías 9:6: Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
¿Por qué tiene el Hijo de Dios esos títulos que solo a Dios Padre le corresponden?
Isaías 43:11: Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve.
Nótese que fuera de Jehová no hay quien salve, luego Cristo es Jehová, puesto que Cristo es el único que tiene el poder de salvar.
Isaías 44:6-8: Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios. (7) ¿Y quién proclamará lo venidero, lo declarará, y lo pondrá en orden delante de mí, como hago yo desde que establecí el pueblo antiguo? Anúncienles lo que viene, y lo que está por venir. (8) No temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oír desde la antigüedad, y te lo dije? Luego vosotros sois mis testigos. No hay Dios sino yo. No hay Fuerte; no conozco ninguno.
Ahora resulta que Cristo, que según Apocalipsis 1:17 se llama a sí mismo “el primero y el último”, tiene el mismo título que Jehová de los ejércitos.
Además en Isaías 44:6-8, se afirma categóricamente que fuera de Jehová no hay Dios, ¿Cómo es entonces que Jesús es Dios según Juan 1;1-3; Rom. 9:5; etc.?
Isaías 48:12-13: Oyeme, Jacob, y tú, Israel, a quien llamé: Yo mismo, yo el primero, yo también el postrero.(A) (13) Mi mano fundó también la tierra, y mi mano derecha midió los cielos con el palmo; al llamarlos yo, comparecieron juntamente.
He tratado este tema de la Trinidad de forma más profunda en los siguientes enlaces, por si le interesa contrastar “la Verdad” revelada con los argumentos basados solo en la lógica humana, que nunca admitirán la divinidad de Jesús.
- ¿Es Jesucristo Dios-Hombre a la vez? ¿Es Dios uno en tres personas distintas?
- 1. Comentarios al estudio ¿Es Jesús Dios-Hombre?
- 2. Comentarios al estudio ¿Es Jesús Dios-Hombre?
- Respuesta a cinco argumentos antitrinitarios
- ¿Podía Cristo haber pecado?
Otros estudios bíblicos que abordan la doctrina de la Trinidad
Argumentos para creer en la Trinidad
Si Cristo es Dios ¿cómo pudo morir?
¿Resucitó Jesucristo en espíritu?
3. ¿Cómo podía Jesús ser Dios si ignoraba el día y la hora del fin del mundo?
A los seres humanos no es imposible comprender la eternidad porque somos seres finitos que tenemos un principio y un final. Pero Dios no tiene principio ni fin (Hebreos 7:3). Por eso, tenemos que hablar impropiamente cuando nos referimos al principio de la eternidad. La eternidad no tiene principio ni fin al igual que Dios. Por eso el apóstol Juan se refiere a que “en el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este [la Palabra o el Verbo] era en el principio con Dios” (Juan 1:1-2; compárese con Prov. 8:22,23; Habacuc 1:12; Miq. 5:2; Col 1:18; Tito 1:2; 1 Juan 2:14, Ap. 1:8; 3:14: 22:13).
El Hijo de Dios es de la misma sustancia que el Padre (Fil. 2:6-10;Heb. 1:1-3, 8). Solo se puede adorar a Dios (Éx. 20:1-7;Lc. 4:8). Cristo recibe adoración en la Escritura, y Él lo acepta, luego Él es igual a Dios (Mt. 2:2; 28:17; Jn. 9:38; Heb. 1:6, Ap. 4:10; 5:14).
El Jehová del AT tomó cuerpo humano en un momento determinado de la historia de este mundo “cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley” (Gálatas 4:4). El Hijo de Dios tuvo un principio como ser humano, pues nació hace unos dos mil y pico años como hombre, pero como Dios no tiene principio. Puesto que Jesús se formó y nació como como nace cualquier bebé, –igual que los demás seres humanos, pero sin pecado (Mt. 1:20; Lc. 1:35; 2ª Corintios 5:21; Hebreos 4:15; 1ª Pedro 1:19-20)– tuvo que aprender todas las cosas como un hombre más: “crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres” (Lc. 2:52). Su cerebro humano era finito como el todo hombre, y no podía abarcar todos los conocimientos de la Divinidad, es más, Él como hombre tenía los conocimientos de cualquier hombre de su tiempo. Incluso “aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen;” (Hebreos 5:8,9).
Hebreos 2:17-18: Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo. (18) Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.
Aunque en su calidad de Hijo de Dios era igual a Dios Padre, Él al tomar forma de siervo se despojó a sí mismo, es decir, ocultó su divinidad en su humanidad, y no hizo uso de ella para su propio beneficio (Fil. 2:6-11).
La infinita sabiduría que como Ser divino posee no podía ser compartida en su naturaleza humana, pues no es compatible, lo finito con lo infinito. La divinidad daba a conocer a su humanidad todo aquello que necesitaba para llevar a cabo su misión de Salvador y Redentor. Su cerebro humano recibía del Espíritu Santo la revelación que la divinidad consideraba conveniente, así como nosotros también la recibimos en la medida que la necesitamos para hacer la voluntad de Dios.
¿Comprende ahora, apreciada hermana, por qué Jesús dijo: “Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino solo mi Padre” (Mt. 24:36; Mr. 13:32)? A Él como hombre no le fue revelado, porque no le incumbía para la misión a la que fue enviado, ni tampoco hubiese sido bueno que los demás lo supiésemos. Pero, indudablemente, Su divinidad es omnisapiente y omnisciente como la de Dios Padre, pues si no fuera así, no sería igual a Dios, que debe tener todas estas cualidades. Los judíos entendieron perfectamente que cuando Jesús decía que Dios era su propio Padre, se hacía igual a Dios (Juan 5:18). Igualmente cuando Jesús dijo “Yo y el Padre uno somos. Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle…”, y la razón que dieron fue “porque tú siendo hombre, te haces Dios” (Juan 10:30-33). No puede haber mayor blasfemia que hacerse Dios sin serlo (ver 2 Tes. 2:1-12).
Juan 14:8-14: Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. (9) Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? (10) ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras. (11) Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras. (12) De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. (13) Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. (14) Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.
Juan 20:26-29: Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. (27) Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. (28) Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío! (29) Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.
4. ¿A quién debemos dirigirnos al orar: al Padre, al Hijo, a ambos a la vez, al Espíritu santo?
Jesús enseñó a orar a sus discípulos en la oración del Padrenuestro (Mateo 5:9-13). En la oración, pues, nos dirigimos al Padre en el nombre de Jesús (Juan 14:13). No hay lugar a confusión. “Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo…” (2 Cor. 5:19). “Dios fue manifestado en carne…” (1ª Timoteo 3:16).
Juan 14:13-14: Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. (14) Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.
Querida hermana, todas nuestras oraciones, y no solo ellas, sino todo lo que hablamos y pensamos es escuchado tanto por Dios Padre, como por Dios Hijo como por Dios Espíritu Santo. Pero Jesús enseñó que oráramos dirigiéndonos al Padre en su nombre. No trate de entender la Trinidad sino simplemente acéptela porque ha sido revelada en la Palabra de Dios. No es una invención o creación humana sino que Dios nos lo ha revelado en Su Palabra, y debemos ser humildes y obedientes a la misma, y aceptarla tal como se presenta, sin añadir ni quitar nada, porque de hacerlo será nuestra responsabilidad (Ap.22:18-20).
Espero haberle sido de alguna ayuda. No obstante, ya sabe que estoy a su disposición para lo que pueda servirle.
Tenga la confianza de compartir conmigo cualquier duda que a usted le surja.
Carlos Aracil Orts
www.amistadencristo.com
Si deseas hacer algún comentario a este estudio, puedes dirigirlo a la siguiente dirección de correo electrónico: carlosortsgmail.com
Referencias bibliográficas
* Las referencias bíblicas están tomadas de la versión Reina Valera de 1960 de la Biblia, salvo cuando se indique expresamente otra versión. Las negrillas y los subrayados realizados al texto bíblico son nuestros.
Abreviaturas empleadas:
AT = Antiguo Testamento
NT = Nuevo Testamento
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