Amistad en Cristo - Carlos Aracil Orts

Preguntas y Respuestas

Sobre la ley de Dios

¿Por qué Dios reposó en el séptimo día, lo bendijo y lo santificó?

 
(Génesis 2:2-3)
 
Versión: 10-01- 2014

 

Carlos Aracil Orts

1. Introducción*

Apreciado hermano Víctor, me da la impresión que usted y servidor suyo no vamos a llegar a ningún acuerdo acerca de la ley del reposo sabático del Sinaí, pues usted está convencido que esta ley está vigente para los cristianos, lo que es totalmente contrario a mi interpretación bíblica. Creo que ambos estamos completamente convencidos de que nuestras respectivas posiciones se corresponden con la verdad de la Biblia. Si no abrigamos dudas al respecto ¿no cree que es perder el tiempo que sigamos hablando sobre este asunto? ¿Acaso alimenta usted esperanza de que comparta su pretensión y reniegue de mi creencia?

Lo intuyo así porque usted me vuelve a preguntar sobre Génesis 2: 2-3 –pero sin ningún deseo de aprender de mis modestos conocimientos bíblicos, los cuales ya conoce y los ha rechazado de antemano–, para reiterarme –pues ya le contesté a este tema en el pasado correo– que le explique por qué Dios “reposó el día séptimo de toda la obra que hizo, (3), y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó”; siendo que la respuesta está en el mismo versículo 3: “porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación” (Génesis 2:2-3).

Génesis 2:2-3: Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.  (3)  Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.

Además, en el correo que le envié el ocho de enero le explicaba ampliamente sobre este tema y le di muchos argumentos bíblicos en unas cuatro páginas, y al parecer usted ni siquiera se ha dignado leerlos, y si lo ha hecho, no le ha servido de nada, pues se pretendía que a la vista de los mismos, usted me rebatiera mis razones mediante una adecuada réplica basada en la Biblia, como hizo este servidor suyo con su anterior correo.

Antecedentes

Todo este debate sobre si el mandamiento del reposo sabático sigue vigente y es obligatorio para los cristianos, empezó cuando usted me contactó con las siguientes palabras:

Buenas Tardes. Estuve observando la inquietud de unas personas con relación al versículo de Isaías 66:23 donde dice que de día de reposo en día de reposo vendrán todos a adorar dice Jehová, y la respuesta que Ud. dio; por favor, no desoriente a las personas que están interesadas en aprender la verdad acerca del sábado. El sábado es un símbolo del DIOS creador que nosotros adoramos, cuando Dios creó el mundo le puso esa estampa, le pregunto ¿sabe Ud. la explicación de Génesis 2:1-2 donde habla que Dios descansó y bendijo el séptimo día? (Victor)

Aunque usted no lo indica en su escrito, con mucha probabilidad la “inquietud” que sufrieron esas personas a la que usted se refiere fue causada por alguno de estos artículos, donde este escritor trató este tema:

¿Será el sábado día de adoración en la Tierra nueva?
¿Será el sábado día de adoración en la Tierra nueva? Segunda Parte.

El texto de Isaías al que usted antes se refería es el siguiente:

Isaías 66:22, 23  (Biblia de Jerusalén, 1998): “Porque así como los cielos nuevos y la tierra nueva que yo hago permanecen en mí presencia –oráculo de Yahvé-, así permanecerá vuestra raza y vuestro nombre. (23) Así pues, de luna en luna nueva y de sábado en sábado, vendrá todo el mundo a prosternarse ante mí -dice Yahvé.”

El párrafo de mi explicación al citado texto,  que posiblemente pudo causar “la inquietud” y “desorientación” de esas personas,  se encuentra en la conclusión del primer artículo citado arriba; y lo transcribo a continuación:

“Como podemos comprobar, la mención luna nueva y sábado corresponden perfectamente a la dispensación del Antiguo Testamento, pues se trata de las fiestas ceremoniales que celebraba el pueblo de Israel, que estaban en la Torah, como el mismo Pablo nos dice en Colosenses 2: 16: “Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo.” Queda claro, pues que no se trata de la Jerusalén celestial (Apoc. 21), sino de la terrenal, o sea, sólo para el pueblo judío del Antiguo Pacto.” (Carlos Aracil Orts).

A su escrito citado arriba, que es educado pero injustificado e ilógico, le respondí con cuatro páginas de argumentos que ahora no voy a transcribir de nuevo, pues ya los tiene usted en su poder; pero sí mi primer párrafo, a modo de síntesis o resumen de mi anterior correo:

Estimado hermano Victor, primero de todo, valoro positivamente que usted haya tomado su tiempo para ponerse en contacto conmigo, aunque no logro entender su petición de que “no desoriente a las personas que están interesadas en aprender la verdad acerca del sábado”; pues, lo que modestamente trato de realizar es precisamente aclarar que los cristianos no tenemos que observar el descanso sabático ni el dominical, ni el de ningún día de la semana, porque lo exija la ley de Dios del Sinaí, pues la ley del reposo sabático quedó abolida en la cruz.

2. Cuestiono que usted tenga sincero deseo de saber lo que me formula en su pregunta: “¿qué quería Dios decir cuando en Génesis 2:1-2 dijo que bendijo y santificó el séptimo día?”

Procedo ahora a responder a su último correo –no sin cierto desánimo–, puesto que, usted en lugar de atender a mis argumentos, y de tratar de rebatirlos, sigue  insistiendo en lo mismo:

Por favor amigo Carlos dígame que quería Dios decir cuando en el Génesis 2:1-3 dijo que bendijo y santificó el séptimo día. Solo este verso por el momento. (Victor)

Pero, ¿es usted sincero cuando me formula de nuevo esa pregunta? ¿Está usted seria y francamente deseando conocer la Verdad o solo que le confirmen sus creencias? ¿Qué está pretendiendo? A mí me gusta enseñar y predicar la Palabra de Dios, pero no perder el tiempo.

Porque usted no se ha limitado solo a pasar por alto olímpicamente de mis argumentos bíblicos, sino que ha tratado también de desviar mi atención a dos predicaciones presentadas mediante dos videos publicados en “Youtube”, que por cierto los estuve escuchando, el primero –“El sábado en el principio de la creación”– hasta que se cortó, y el otro –“El sábado y el santuario”– hasta que me cansé”.

Apreciado hermano, si quiere descubrir la verdad acerca del sábado no trate de desorientarme –el mismo verbo que usted empleó para acusarme de desorientar “a las personas que están interesadas en aprender la verdad acerca del sábado”–, y hacerme perder el tiempo escuchando predicaciones que nada nuevo me aportan, y que no tienen sustento neotestamentario.

Por si usted, hermano, no lo sabe, los cristianos nos regimos por el Nuevo Testamento, y éste es el que explica al Antiguo, y no a la inversa. Usted, insiste en que le diga “qué quería Dios decir cuando en el Génesis 2:2-3 dijo que bendijo y santificó el séptimo día”. Sin embargo, hace caso omiso, pasa por alto las explicaciones que ya le di.

¿Acaso espera que le diga que están ustedes en lo cierto, en fundamentar toda la doctrina del reposo sabático obligatorio, que mandan a sus fieles haciéndoles caer de la gracia y poniéndolos bajo la ley, en estos dos versos citados del libro del Génesis del AT?

No obstante, voy a volver a contestarle, aunque sé que es perder el tiempo, pues conozco, por experiencia propia, la ofuscación que tienen los guardadores del sábado, puesto que el que le escribe estuvo veintiocho años reuniéndose en sábado y tratando de guardar todo este mandamiento, aunque no siempre lo conseguía.

3. Explicación de por qué Dios descansó en el séptimo día, lo bendijo y lo santificó (Génesis 2:2-3).

La explicación de Génesis 2:2-3 es muy sencilla, y los mismos textos la dan. Dios quiso darnos ejemplo: aunque Él pudo hacer la creación de este mundo en “un abrir y cerrar de ojos”, pero quiso hacerlo en seis días y descansar el séptimo, para que este fuese el modelo y el ritmo de los periodos de actividad y de descanso más adecuados al ser humano. Para eso fue hecho el sábado, para beneficio del hombre, pero no el hombre para el sábado (Marcos 2:27) –como hacen “los adoradores del sábado”. Dios lo bendijo y lo santificó porque, entre Sus propósitos estaba el de que más tarde iba a fundamentar la ley sabática del Sinaí, en estas palabras de Génesis 2:2-3 (véase sino Éxodo 20:8-11; Dt. 5:12-15: etc.).

Éxodo 20:8-11: Acuérdate del día de reposo para santificarlo.  (9)  Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;  (10)  mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.  (11)  Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó.

Los israelitas necesitaban saber que su Dios, no era como el de las naciones circundantes –dioses falsos, simplemente ídolos– sino que era el Creador de todo, de ahí, que al reposar en este día, les recordaría, en primer lugar, que su Dios era el creador. Por eso lo bendijo, y lo santificó Dios, que significa ponerlo aparte para uso sagrado. En segundo lugar, Él también lo dio como señal de Pacto entre Dios y Su pueblo (Éxodo 31:17).

Éxodo 31:12-17:  Habló además Jehová a Moisés, diciendo:  (13)  Tú hablarás a los hijos de Israel, diciendo: En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo;[a] porque es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico.  (14)  Así que guardaréis el día de reposo,[b] porque santo es a vosotros; el que lo profanare, de cierto morirá; porque cualquiera que hiciere obra alguna en él, aquella persona será cortada de en medio de su pueblo.  (15)  Seis días se trabajará, mas el día séptimo es día de reposo[c] consagrado a Jehová; cualquiera que trabaje en el día de reposo,[d] ciertamente morirá.(A)  (16)  Guardarán, pues, el día de reposo[e] los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo.  (17)  Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó.

En tercer lugar, para que Israel recordase­ –es decir, nunca olvidara– “que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo” (Deuteronomio 5:15).

Deuteronomio 5:12-15: Guardarás el día de reposo para santificarlo, como Jehová tu Dios te ha mandado.  (13)  Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;  (14)  mas el séptimo día es reposo a Jehová tu Dios; ninguna obra harás tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, para que descanse tu siervo y tu sierva como tú.  (15)  Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo.

En cuarto lugar, sabrá usted que el libro del Génesis fue escrito por Moisés –unos 2.500 años después de la Creación, y unos 1.500 años antes de Cristo–, el receptor de la ley del Sinaí, y es el primer libro de la Ley o Torá, cuya aplicación y vigencia corresponden solo al pueblo del Antiguo Pacto. Y ahora, los cristianos no estamos sujetos a la ley, porque estamos en el Nuevo Pacto en Cristo (Lucas 22:20), y que “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,  (2)  en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; (Hebreos 1:1-2).

Hebreos 7:22-25:  Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto.  (23)  Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar;  (24)  mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; (25)  por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.

Seguramente usted, apreciado hermano, tampoco ignora, que Jesús es hecho “mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas” (Hebreos 7:22; 8:6); pero, además, usted y todos los que creen como usted en la vigencia del reposo sabático del Antiguo Pacto siguen desorientando a sus fieles, confundiéndoles, de manera que “hasta el día de hoy permanece ese mismo velo en la lectura del Antiguo Testamento” (2 Corintios 3:14-18), y se empeñan, empecinan en no aceptar las Palabras del Nuevo Pacto, que declaran obsoleto al Antiguo: “Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer” (Hebreos 8:6-13).

Hebreos 8:6-13: Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas.  (7)  Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo. (8) Porque reprendiéndolos dice: He aquí vienen días, dice el Señor,  En que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto;  (9)  No como el pacto que hice con sus padres  El día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto; Porque ellos no permanecieron en mi pacto,  Y yo me desentendí de ellos, dice el Señor.   (10)  Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel  Después de aquellos días, dice el Señor:  Pondré mis leyes en la mente de ellos,  Y sobre su corazón las escribiré;  Y seré a ellos por Dios,  Y ellos me serán a mí por pueblo;   (11)  Y ninguno enseñará a su prójimo,  Ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor;  Porque todos me conocerán,  Desde el menor hasta el mayor de ellos.   (12)  Porque seré propicio a sus injusticias, Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades.(C)  (13)  Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer.

En quinto lugar, Dios bendijo y santificó el séptimo día porque el reposo de este día simbolizaría entrar en el reposo de Dios, que significa no confiar en nuestras propias obras o en las de la ley sino en la obra y los méritos de Cristo; es decir, descansar en Cristo y en Su obra; esa es la Buena Nueva de salvación, y esto es lo que significa, figuradamente, entrar en el reposo de Dios del séptimo día. Y esto es lo que la Palabra de Dios nos está diciendo en Hebreos 3:17-19 y 4:1-13.

Y si usted, apreciado hermano, no lo interpreta o entiende así, a mi vez, le pido que, por favor, me explique usted los textos siguientes de Hebreos 3:17-19 y 4:1-13, en especial el que dice:  “Porque en cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día.  (5)  Y otra vez aquí: No entrarán en mi reposo. (6) Por lo tanto, puesto que falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes primero se les anunció la buena nueva no entraron por causa de desobediencia (Hebreos 4:4-6).

¿Qué significa para usted entrar en el reposo de Dios? ¿Acaso guardar el reposo el sábado, día séptimo de cada semana, o por el contrario creer en el Evangelio de la Gracia (Hechos 20:24)?

¿Qué significa para usted lo que nos está diciendo el autor de Hebreos cuando afirma “No entraron en mi reposo”?

¿Cree usted que aquí se está refiriendo al reposo literal de un día –el séptimo– o por lo contrario se trata de un símbolo, que representa la explicación para los cristianos del pasaje de Génesis 2:1-3?

Fíjese bien lo que declara el siguiente texto:

“Pero los que hemos creído entramos en el reposo, de la manera que dijo: Por tanto, juré en mi ira,  No entrarán en mi reposo; aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo” (Hebreos 4:3).

Para los creyentes del Nuevo Pacto entrar en el reposo de Dios del séptimo día no es reposar ese día cada semana sino que significa que “los que hemos creído entramos en el reposo” (4:3).

¿En qué hay que creer para entrar en ese reposo? ¿Hay que creer en la ley del sábado del Sinaí o en la “buena nueva” de salvación en Cristo, de salvación sin las obras de la ley (Romanos 3:28; Gálatas 2:16)? Entiéndalo, hermano si puede hacerlo, pero solo lo conseguirá si se deja guiar por el Espíritu Santo (Gálatas 5:18: Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley”).

Hebreos 4:1-3: Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado.  (2)  Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron.  (3)  Pero los que hemos creído entramos en el reposo, de la manera que dijo: Por tanto, juré en mi ira,  No entrarán en mi reposo;(A) aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo.

Pero, por favor, léalo en el mayor contexto posible, por si eso le ayuda:

Hebreos 3:17-19:  ¿Y con quiénes estuvo él disgustado cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto?  (18)  ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que desobedecieron?(D)  (19)  Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad.

Hebreos 4:1-13:  Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado.  (2)  Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron.  (3)  Pero los que hemos creído entramos en el reposo, de la manera que dijo: Por tanto, juré en mi ira,  No entrarán en mi reposo;(A) aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo.  (4)  Porque en cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día.(B)  (5)  Y otra vez aquí: No entrarán en mi reposo.(C)  (6)  Por lo tanto, puesto que falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes primero se les anunció la buena nueva no entraron por causa de desobediencia,  (7)  otra vez determina un día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de David, como se dijo: Si oyereis hoy su voz,  No endurezcáis vuestros corazones.(D)  (8)  Porque si Josué les hubiera dado el reposo,(E) no hablaría después de otro día.  (9)  Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios.  (10)  Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas.(F)  (11)  Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia.  (12)  Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.  (13)  Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.

Los cristianos que tratan de observar el sábado o el domingo como si fuese un mandamiento de la ley moral, les ocurre lo mismo que a los guardadores del reposo sabático:

2 Corintios 3:14-18 (NBJ, 1998): Pero se embotaron sus inteligencias. En efecto, hasta el día de hoy permanece ese mismo velo en la lectura del Antiguo Testamento, y no se levanta, pues sólo en Cristo desaparece. (15) Hasta el día de hoy, siempre que se lee a Moisés, un velo está puesto sobre sus corazones.  (16)  Y cuando se convierta al Señor, caerá el velo. (17)  Porque el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad.  (18)  Mas todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, nos vamos transformando en esa misma imagen cada vez más gloriosos: así es como actúa el Señor, que es Espíritu.

4. Conclusión

En el Nuevo Testamento no se registra mandamiento alguno acerca de guardar u observar un determinado día de reposo a la semana para dedicarlo a Dios, en el cual esté prohibido hacer obras seculares.

Otra cosa es que, lógica y naturalmente, los seres humanos necesitamos reposar o descansar periódicamente del trabajo cotidiano que se requiere hacer para ganarse el “pan” de cada día. Ese descanso es una ley para la salud del alma –entendiendo aquí el alma como el ser entero: espíritu, alma y cuerpo (1ª Tes. 5:23). Por tanto, dedicar un día de cada siete para descansar, dejando aparcadas las tareas cotidianas, que sean plausibles de desatender, puede ser muy beneficioso para nuestra salud integral, y una ocasión para el desarrollo armonioso de esas tres dimensiones del ser humano, mediante el cultivo de una especial relación con Dios y Su Palabra y con el prójimo; esto, sin duda,  es un aspecto que contempla la voluntad de Dios para la humanidad. Pero, de ninguna manera es un mandamiento cuya transgresión implique pecado o culpabilidad moral.

El significado de lo que dijo Jesús de que "El sábado ha sido instituido para el hombre y no el hombre para el sábado, no es más que lo que expreso en el párrafo anterior, de que el día de descanso semanal fue diseñado especialmente por el Creador para beneficiar el equilibrio y desarrollo armonioso del ser humano. 

Marcos 2:27-28 (NBJ, 1998): Y les dijo: "El sábado ha sido instituido para el hombre y no el hombre para el sábado.  (28)  De suerte que el Hijo del hombre también es señor del sábado."

Existen muchas leyes de la salud –relacionadas con instrucciones para el buen funcionamiento de nuestro ser entero, las cuales jamás han sido promulgadas como tales–, que no pertenecen al orden moral, pero que su transgresión trae consecuencias negativas más tarde o pronto sobre las personas. No obstante, a este respecto debemos recordar que “al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado” (Santiago 4:17). Esto significa que, si somos conscientes que al hacer u omitir alguna cosa podemos causar daño o algún tipo de perjuicio a otros o a nosotros mismos, entonces cometemos pecado, ya sea por acción u omisión.

Dios usó Su pedagogía al crear este mundo, enseñándonos con su ejemplo, las unidades del tiempo más adecuadas para la naturaleza humana, como son días de veinticuatro horas y periodos semanales que comprenden seis días de actividad y uno de descanso. Dios pudo haber creado todo, incluido este mundo en un solo instante, pero eligió un ciclo semanal para esta Creación –la de este planeta con seres humanos–, con el propósito evidente de mostramos el modelo de funcionamiento idóneo del mundo y de los seres que en él habitan (Génesis 1:1-31; 2:1-3). Él hizo nuestro mundo en seis días y el séptimo descansó, y no porque estuviera cansado, sino para enseñar a sus hijos –los seres humanos– que es bueno para la salud integral –espíritu, alma y cuerpo– descansar un día de cada siete. Pero Dios en el Nuevo Pacto no ha mantenido la ley del reposo sabático, que fue solo establecida para el Israel antiguo, pero tampoco ha mandado un día especial de culto, adoración y reunión.

Romanos 14:5-6: Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente.  (6)  El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace. El que come, para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios.

Pero los cristianos no tenemos que reposar a la manera que fue establecido para el pueblo de Israel (Éxodo 20:8-11; 31:12-17; 35:1-3), porque “los que hemos creído [el Evangelio] entramos en el reposo…. (10) Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas” (Hebreos 4:3,10).

Tenemos que saber que las leyes del Antiguo Testamento (AT) no se aplican a los cristianos. Tengamos en cuenta, vuelvo a repetir, que la ley del sábado fue dada exclusivamente para el pueblo judío. Cristo no la confirmó en absoluto, sino que por el contrario, Él fue quitando poco a poco su carácter obligatorio del reposo sabático, aunque lógicamente, como estaba bajo la ley (Gálatas 4:4-5), no podía dejar de cumplirlo. Cristo no vino a abolir la ley sino a cumplirla, y con su muerte en la cruz, el reposo sabático, quedó abolido porque era un símbolo del reposo en la salvación proporcionada por Jesús, sin las obras de la ley.  Recomiendo, leer detenidamente todo el capítulo 4 de Hebreos, y Colosenses 2:14-17; Romanos 14:5-6; Gálatas 4:9-11; Efesios 2:15. En todo el NT no se puede hallar ninguna mención de la obligatoriedad del reposo, en día sábado o domingo o cualquier otro día de la semana, para los cristianos, sino que por el contrario, como se puede comprobar, hay muchos versículos que confirman que ese mandamiento no está vigente para los cristianos.

Gálatas 4:9-11: mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar?  (10)  Guardáis los días, los meses, los tiempos y los años.  (11)  Me temo de vosotros, que haya trabajado en vano con vosotros.
Los cristianos estamos bajo la gracia (Romanos 6:14; 3:27; Gálatas 2:16), y no bajo la ley. Lo que quiere decir, que Cristo ha cumplido la ley por mí, y ya soy libre de la ley (Romanos 7:6), lo que no quiere decir que tenga licencia para pecar o transgredirla, pero ahora soy guiado por el Espíritu Santo, mediante Su Palabra (Romanos 8:1,2), y no por la ley.

Romanos 7:6: Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra.

Romanos 8:1-2: Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.  (2)  Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.

La ley del Sinaí no ha sido dada para los cristianos sino la ley de Cristo (Mateo 5; 2; 1ª Corintios 9:20-21), que no está en tablas de piedra sino grabada en la conciencia del cristiano (Jeremías 31:31-33), compárese con Hebreos 8:7-11, donde, Dios cumple su promesa de grabar la ley del amor en el corazón del creyente. A partir de entonces, su guía es el Espíritu Santo (Romanos 8:14).

Un resumen en seis puntos

Primero. La ley del Sinaí fue dictada por Dios exclusivamente para los judíos, es decir, el pueblo de Israel, en especial el cuarto mandamiento que es la señal del Pacto Antiguo (Éxodo 31:13-17; Deuteronomio 5:2-3). Antes de Moisés no existía esta ley sino únicamente la ley moral escrita en la conciencia (Romanos 2:14-16; 5:13; Gálatas 3:19). Ningún gentil tuvo nunca la obligación de cumplir con el cuarto mandamiento que ordena reposar de todo trabajo secular, de acuerdo a un reglamento minucioso, que prohibía, además de trabajar (Éxodo 35:2,3), cocinar, llevar cargas, encender fuego, viajar, etc, bajo pena de muerte. Aunque esta ley, en lo que respecta a sus otros nueve mandamientos, fue siempre un buen ejemplo o modelo moral para todos los gentiles, porque pudo servir para avivar muchas conciencias dormidas, embrutecidas o cauterizadas, pero ellos siempre dependieron de sus conciencias, pues la ley de los judíos no les concernía en absoluto.

Segundo. “Los gentiles que no tienen ley” (Romanos 2:14) darán cuenta a Dios por la ley moral que hay escrita en sus corazones, (Romanos 2:15). Es decir, serán juzgados no por la ley del Sinaí –que no les concierne–, sino por la ley moral escrita en sus conciencias. Sin embargo, los que rechazan la luz del Evangelio serán juzgados por la ley evangélica, que es dada para toda la humanidad, sin hacer distinción entre judíos y gentiles (Mateo 5:21-48). Esta es la nueva ley que sustituye a la del Sinaí porque es más exigente que la letra de los Diez Mandamientos, porque juzga no solo las acciones u obras sino también las intenciones del corazón. Ya no basta con no matar sino que también hay que evitar enojarse con el prójimo. No basta con “no adulterarás” sino que hay que evitar mirar a la mujer para codiciarla (Mateo 5:22,28). Los mandamientos de Jesús, la ley de Cristo es “amaos unos a otros como yo os he amado” (Juan 13:34-35), incluso “Amad a vuestros enemigos” (Mateo 5:42-45).

Tercero. Los cristianos no estamos bajo la ley moral, ni por supuesto la del Sinaí que nunca estuvimos, porque en Cristo hemos muerto a ella Romanos 7:6. “Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia” (Romanos 6:14). La ley moral –no los Diez Mandamientos– no puede condenarnos porque Cristo la ha cumplido en lugar nuestro (Gálatas 2:16; 3:13).

Cuarto. Los cristianos pertenecemos al Pacto de Abraham. La promesa de bendición a toda la humanidad no viene por el Pacto de la ley, que vino 430 años después (Gálatas 3:8,9,16) sino por la promesa a la simiente de Abraham, que es Cristo (Gálatas 3:16), por la que serían benditas todas las naciones. Por tanto, la salvación no es por las obras de la ley sino por la sola fe en Jesús (Gálatas 3:9,10).

Quinto. En el Nuevo Pacto en Cristo queda abolida en su carne, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas (Efesios 2:15). El cristiano queda solo sujeto a todo lo que manda el Nuevo Testamento, y éste recoge nueve principios morales que estaban en el Decálogo pero no recoge el precepto del reposo sabático. Incluso la iglesia primitiva, cuando se emancipa de la de los judíos, se congrega en el primer día de la semana, domingo, y no en sábado. No hay precepto en todo el Nuevo Testamento de guardar el reposo sabático, porque era símbolo y figura del reposo que obtiene el cristiano en Cristo, cuando deja de trabajar por su salvación y se acoge por fe a la salvación que Cristo le ofrece sin las obras de la ley (Hebreos 4). El cristiano no está bajo la ley de Moisés sino bajo la ley de Cristo (1ª Corintios 9:21), y además, está sujeto a todos los mandamientos que dio Cristo en el Nuevo Pacto.

Sexto. San Pablo, afirma claramente que el reposo sabático se abroga en Cristo (Colosenses 2:16,17; Romanos 14:5,6; Gálatas 4:9-11). 

En el Nuevo Pacto en Cristo se recogen nueve principios morales que estaban en la ley del Sinaí. El Mandamiento del reposo sabático desaparece. Cambia la letra pero el espíritu es el mismo.

Romanos 7:6: Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra.

Romanos 8:1-2: Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.  (2)  Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.

Estimado hermano, por mi parte aquí termina este debate. Intuyo que usted no busca cambiar de parecer ni buscar la verdad bíblica, pero si usted tiene sinceros deseos de seguir investigando le recomiendo siga leyendo mis artículos sobre la ley siguientes:

Sección: Sobre la Ley

La ley en la Biblia
¿Guardar el día sábado es un Mandamiento de Dios en el Nuevo Pacto?
¿Qué simboliza el reposo de Dios del séptimo día?
¿Cuál es el día del Señor?
La Ley que fue clavada en la cruz.
Pecado, Ley y Gracia
¿Será el sábado día de adoración en la Tierra nueva? Segunda Parte.
¿Cuál es la ley del Pecado y de la muerte?
¿Cumplir la ley, sin faltar en un punto, para ser salvo?
Respuesta sobre la Ley a un amigo Adventista
¿Es eterna la Ley de Dios del Antiguo Pacto?
¿Cómo se salvaba la gente antes de Cristo?
¿Dictó Dios una ley imposible de cumplir?

Sección: Preguntas y Respuestas

¿Peca el cristiano cuando no se congrega en el día domingo?
¿No fue hecho el día sábado por causa del hombre?
¿Por qué los cristianos no guardan el reposo sabático?
¿Cuáles son los mandamientos de Dios para el cristiano?
¿Son los Diez Mandamientos los que implanta Dios en el cristiano?
¿Cual es la ley que Dios escribe en el corazón?
¿Cuál es el propósito de la ley de Dios?
¿Estar bajo la Gracia implica licencia para pecar?
¿Es el reposo sabático un símbolo de la salvación en Cristo?
¿Es la ley del Sinaí el ayo que nos conduce a Cristo?
¿Bajo que ley está la humanidad sin Cristo?
Respuesta a siete argumentos en pro vigencia reposo sabático
¿Cuáles son los mandamientos de Cristo?
La ley moral cristiana y los dos Pactos
¿Cumplir la ley era la condición de salvación en el A. Testamento?
¿Estará la ley vigente hasta que no pasen el Cielo y la Tierra?

 

Quedo a su entera disposición en lo que pueda servirle.

Bendiciones

 

Carlos Aracil Orts
www.amistadencristo.com

 

Si deseas hacer algún comentario a este estudio, puedes dirigirlo a la siguiente dirección de correo electrónico: carlosortsgmail.com

 


Comentarios de los lectores


Ricardo (10-01-14)

Me llegó su artículo sobre el sábado y leí su amplia explicación, veo que usted basa toda su interpretación, en parte, en la concepción de que la muerte de Cristo en la cruz abolió todas las leyes y ordenanzas con respecto a sacrificios y ritos relacionados con el pecado y la expiación, ya que Cristo es nuestra expiación. Pero incluir la observancia del sábado bajo estas leyes, sacrificios y ritos, que estamos de acuerdo finalizaron al encontrarse el símbolo con la realidad, no corresponde a la realidad que el sábado –como día dado a la humanidad (no a los israelitas, pues Adán no era israelita) desde el Génesis– fue instituido antes de que existiera el pecado, y por lo tanto no tiene nada que ver con los ritos y leyes que terminaron en la cruz. Lo cual asegura su permanencia aún después de la cruz.

Por otro lado el texto que usted usa en su explicación que dice que "el sábado fui instituido por causa del hombre" (Marcos 2:27), afirma que el sábado es patrimonio de la humanidad y no exclusivamente del pueblo de Israel.

Afirma usted también que estando bajo el Nuevo Pacto, no es para nosotros obligatorio el guardar el sábado, sin embargo la diferencia entre otras (sacerdocio y promesas) entre el Pacto Antiguo y el Nuevo no está en la ley, sino en el lugar donde fue escrita. "Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel  Después de aquellos días, dice el Señor:  Pondré mis leyes en la mente de ellos,  Y sobre su corazón las escribiré;  Y seré a ellos por Dios,  Y ellos me serán a mí por pueblo;” (Hebreos 8:10), el cual cita las palabras del profeta en Jeremías 31:33 o sea que las mismas leyes que habla Jeremías (Antiguo Testamento) las menciona Pablo (Nuevo Testamento) y es de notar que el nuevo pacto se hace con "la casa de Israel"; además,  usando su mismo argumento, con base en Éxodo 31:17, según el cual usted hace énfasis en que la observancia del sábado era una señal entre Dios y los hijos de Israel y no para los cristianos de hoy; podríamos también decir que el Nuevo Pacto también era exclusivo para Israel y no para los cristianos de hoy. Siendo así que el Antiguo Pacto era para los "hijos de Israel" y el Nuevo para la "casa de Israel", los cristianos que somos gentiles convertidos al cristianismo estaríamos sin ningún pacto lo cual es ilógico e irracional. Lo cierto es que los cristianos de hoy somos tan "hijos de Israel" como también "casa de Israel" ya que por medio de la fe llegamos a ser hijos de Abraham y herederos (Gál 3:7, 29).

De manera que el Antiguo Pacto basado en la obediencia a las leyes escritas en piedra, pasa las mismas leyes (las que estaban escritas en piedra) al Nuevo Pacto y las escribe en el corazón, pero ahora basado en la gracia que se obtiene por la fe. Eso deja al sábado vigente para los cristianos de hoy que estamos bajo el Nuevo Pacto de su gracia por la fe.

Un saludo en Cristo.

Ricardo M.


Respuesta de Carlos Aracil Orts (11-01-14)

Querido hermano Ricardo, usted y este humilde servidor suyo ya hemos debatido en varias ocasiones sobre este controvertido tema del reposo sabático, mandamiento dado en la ley del Sinaí del AT, pero considerado por usted y otros muchos como vigente para los cristianos, cuando eso nunca fue así ni lo será.

Le pregunto lo mismo que al hermano Víctor, ¿realmente usted quiere saber la verdad bíblica acerca del sábado? ¿Quiere saber la voluntad de Dios respecto a sí los cristianos deben guardarlo y observarlo como un mandamiento vigente de la ley de Dios para ellos?

En principio, he de suponer, mientras no me demuestre usted lo contrario, que usted, con toda sinceridad busca la verdad sobre este asunto, pues de lo contrario, ambos estaríamos perdiendo miserablemente el tiempo, que es tan valioso para los que sabemos que no nos queda mucho.

A pesar que usted me dice que ha leído mi último artículo, ¿Por qué Dios reposó en el séptimo día, lo bendijo y lo santificó?, da la impresión que pasó por alto o no le convencieron los argumentos y razones que expresé en el citado estudio bíblico, que, en mi opinión, explicaban suficientemente por qué Dios dio el sábado a la humanidad. No obstante, usted sigue sosteniendo que Dios mandó guardar el sábado desde el principio del mundo –lo que no es cierto–, y por eso sigue usted creyendo que permanecerá eternamente, aunque pasen el Cielo y la Tierra. Pero lo cierto es que este mandamiento de reposar en día de sábado fue promulgado como tal solo en la ley del Sinaí.

¿Qué más puedo decirle si usted no puede o no quiere entender que el sábado, que quiere decir descanso, –y que es bueno para la humanidad que se repose un día de cada siete–, nunca ha sido un mandamiento para los no judíos? Ya expresé esto en el artículo citado antes ¿no querrá que se lo repita? Simplemente vuelva a leerlo, y si quiere que se lo mande en formato “doc”, dígamelo.

El sábado –como usted bien dice– fue dado a Adán, en el Edén, pero no como  mandamiento; mucho más tarde (aprox. 2500 años después), Dios se lo dio a Moisés como ley, pero no antes. Los seres humanos siempre han tenido la semana como una unidad de tiempo, pero no siempre se ha respetado el dar un día de descanso a los que trabajan. Ahora en el Nuevo Pacto en Cristo, seguimos necesitando tener un día de descanso, pero no tiene por qué ser el sábado, puede ser el domingo o cualquier otro día, incluso el sábado, pero no para observarlo como una ley religiosa sino para esparcimiento, para realizar otras actividades.

Nadie dice que el día sábado sea patrimonio exclusivamente del pueblo de Israel, pues es un día más de la semana, que se puede descansar o trabajar, según convenga a cada cual.

¿No ve usted, hermano, que no hay mandamiento alguno de reposar en ese día, y que el reposo del Nuevo Pacto es espiritual, y se basa en la fe en Cristo (Hebreos 4)?

Ahora, usted dice que, según las palabras del profeta en Jeremías 31:33 –recuerde son palabras de Dios– el Nuevo Pacto sería solo para Israel. Eso es tanto como decir que Cristo que lo inauguró solo vino a salvar a Israel. Todo esto que plantea usted es muy ilógico, parece que quiere irse por las ramas, en lugar de reconocer la verdad de que la ley del sábado nunca fue para los gentiles –los no judíos.

Luego dice usted una gran verdad los cristianos no somos hijos de la ley sino de Abraham y herederos según la promesa (Gál 3:7,29); lea todo Gálatas, le aclarará todo este tema, especialmente Gálatas 3, todo el capítulo, y si eso le abruma, lea solo 3:9-29. Pero lea también que no somos hijos de la esclava Agar, que representa a los hijos de la ley sino de la Jerusalén de arriba (Gálatas 4:21-31). Léalo, por favor con detenimiento, y si con eso no llega usted a un convencimiento es porque no se comunica usted con el Espíritu de Cristo. Esto lo trato también aquí, y puede ayudarle:

Respuesta sobre la Ley a un amigo Adventista

Sin embargo, no es cierto lo que usted dice a continuación de que “las leyes escritas en piedra, son las que Dios escribe en el corazón en el nuevo pacto; porque, en el nuevo Pacto, “ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra” (Romanos 7:6). 

Querido hermano, comprenda que repetir esto una vez y otra me agota. ¿Por qué no medita en los siguientes textos:

2 Corintios 3:2-18: Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres;  (3)  siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo;no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón.  (4)  Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios;  (5)  no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios,  (6)  el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica.  (7)  Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual había de perecer,  (8)  ¿cómo no será más bien con gloria el ministerio del espíritu?  (9)  Porque si el ministerio de condenación fue con gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justificación.  (10)  Porque aun lo que fue glorioso, no es glorioso en este respecto, en comparación con la gloria más eminente.  (11)  Porque si lo que perece tuvo gloria, mucho más glorioso será lo que permanece.  (12)  Así que, teniendo tal esperanza, usamos de mucha franqueza;  (13)  y no como Moisés, que ponía un velo sobre su rostro, para que los hijos de Israel no fijaran la vista en el fin de aquello que había de ser abolido.  (14)  Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado.  (15)  Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos.  (16) Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará.  (17)  Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.  (18)  Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.

Si quiere usted sinceramente conocer la verdad acerca de este tema, investigue, pero no con las ideas preconcebidas. Puede ampliar lo que le dije, leyendo los siguientes artículos:

¿Son los Diez Mandamientos los que implanta Dios en el cristiano?
¿Cual es la ley que Dios escribe en el corazón?

Pero puede seguir investigando con otros artículos de esta web o de otras muchas, y si al final usted no ha cambiado de pensar, lo siento mucho por usted, pero solo el Espíritu Santo es el que puede conducirle a toda la verdad (Juan 16:13).

Afectuosamente en Cristo

Carlos Aracil Orts
www.amistadencristo.com

 


Comentario de Mercedes (18-01-14)

Querido  y apreciado Hermano Carlos:

Es muy difícil compartir la palabra de Dios, cuando una persona no busca la VERDAD, sino que permanentemente busca sustentar sus convicciones.   

He leído detenidamente  el mensaje que le escribió este hermano Víctor, y es muy evidente, que no busca la Verdad, sino que  trata de convencerse si su "verdad" está avalada por  la Palabra de DIOS, pero lamentablemente es perder el tiempo tratar de convencerlo... 

Cuando la Escritura dice que El Espíritu Santo “mora” en nosotros, significa que el Espíritu de Dios viene y ocupa nuestros cuerpos, haciendo de ellos, su templo. Y a causa de que el Espíritu Santo conoce el sentir y la voz de el Padre, Él nos revela la VERDAD de  Dios: “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir” (Juan 16:13).

Si el Espíritu Santo mora en usted estimado hermano Víctor, ÉL lo  instruirá personalmente...y lo guiara a toda verdad, si verdaderamente lo busca de corazón... Y  el Espíritu Santo nunca dirá una sola palabra en contra de Las Escrituras; por el contrario, Él hace uso de éstas para hablarnos con claridad. Él nunca nos da un “nueva revelación” fuera de La Palabra de Dios. El abre a favor nuestro Su Palabra revelada, para guiar, conducirnos y consolarnos, y para mostrarnos las cosas que vendrán.

2 Corintios 5:17: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”.

Piense en esto: No trate de invalidar el sacrificio que JESUCRISTO hizo en la cruz del calvario,  y no se detenga a pensar en un día específico para dedicarle a Nuestro Creador y Redentor...porque si considera que su cuerpo es el TEMPLO del Espíritu donde DIOS habita, entonces  los 365 días del año de lunes a lunes, debemos vivir íntegramente por y para el REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES....¡Así de simple!

Salmos 118:24: “Este es el día que hizo el Señor; nos gozaremos y alegraremos en EL (hoy...este día)  no mañana, ni el sábado!!”

1a Corintios 1:10 “Les ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que hablen todos una misma cosa, y que no haya entre ustedes divisiones, sino que estén perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.”

Saludo en el Amor de Jesús

Mercedes

 


Referencias bibliográficas

* Las referencias bíblicas están tomadas de la versión Reina Valera de 1960 de la Biblia, salvo cuando se indique expresamente otra versión. Las negrillas y los subrayados realizados al texto bíblico son nuestros.

Abreviaturas:

AT = Antiguo Testamento

NT = Nuevo Testamento


 

 

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