Preguntas y Respuestas
Sobre la Biblia
Sobre la relación incestuosa de las hijas de Lot.(Génesis 19: 30-38)
Carlos Aracil Orts
Introducción
¿Cómo pudo Lot fecundar a sus hijas mientras dormía en estado de embriaguez y no darse cuenta de lo que hacía, ni recordar nada, a la mañana siguiente, de lo ocurrido? (Génesis 19: 30-38)
Le agradezco esta pregunta que plantea varias cuestiones. En primer lugar, la de carácter moral, pues se trata de una relación incestuosa de las hijas con su padre, lo que desde muy antiguo la humanidad lo ha considerado como inaceptable y condenable. La Biblia lo condena, expresamente, muchos años después cuando Dios por medio de Moisés da sus leyes al pueblo de Israel (Véase Levítico 18; 20:17; Deut. 22:30; etc.).
No obstante, la pregunta no entra en la problemática moral de estas relaciones, sino más bien si estas uniones sexuales, provocadas por las hijas de Lot con el único objetivo de la procreación para conservar la descendencia (19:32), pudo realmente producirse teniendo en cuenta las circunstancias que concurrieron del estado semi-inconsciente de Lot, y que, al mismo tiempo, fueran tan exitosas, puesto que ambas hijas quedaron embarazadas, y como resultado tuvieron hijos.
Por tanto, mayormente trataremos de argumentar, desde nuestros humildes y limitados conocimientos sobre esta materia, de la viabilidad física de que las cosas ocurrieran tal y como las describe la Biblia.
En primer lugar, leeremos detenidamente los textos bíblicos a que se refiere la pregunta, tratando de limitarnos estrictamente a lo que dice expresamente el relato y no quitar ni añadir por nuestra cuenta.
En segundo lugar, argumentaremos sobre la posibilidad de que los hechos relatados sucedieran tal y como nos informa la Biblia.
Cuáles son los hechos relatados en Génesis 19:30-38
Génesis 19: 30-38:
30 Pero Lot subió de Zoar y moró en el monte, y sus dos hijas con él; porque tuvo miedo de quedarse en Zoar, y habitó en una cueva él y sus dos hijas. 31 Entonces la mayor dijo a la menor: Nuestro padre es viejo, y no queda varón en la tierra que entre a nosotras conforme a la costumbre de toda la tierra. 32 Ven, demos a beber vino a nuestro padre, y durmamos con él, y conservaremos de nuestro padre descendencia. 33 Y dieron a beber vino a su padre aquella noche, y entró la mayor, y durmió con su padre; mas él no sintió cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó. 34 El día siguiente, dijo la mayor a la menor: He aquí, yo dormí la noche pasada con mi padre; démosle a beber vino también esta noche, y entra y duerme con él, para que conservemos de nuestro padre descendencia. 35 Y dieron a beber vino a su padre también aquella noche, y se levantó la menor, y durmió con él; pero él no echó de ver cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó. 36 Y las dos hijas de Lot concibieron de su padre. 37 Y dio a luz la mayor un hijo, y llamó su nombre Moab, el cual es padre de los moabitas hasta hoy. 38 La menor también dio a luz un hijo, y llamó su nombre Ben- ammi, el cual es padre de los amonitas hasta hoy.” (Antigua versión de Casiodoro de Reina, revisión 1960, mientras no se indique otra cosa, ésta será la Biblia que usaremos.)
Creo que este estudio o como cualquier otro debe servirnos de acicate y de estímulo, porque nos proporciona razones y motivos para estudiar y leer más la Palabra de Dios a fin de afianzarnos y afirmarnos más en la fe, porque la fe viene por el oír la Palabra, y también por leerla y estudiarla con fe creyendo que todo está inspirado por Dios, que se trata de la verdad y voluntad que Dios ha querido revelarnos, y que es suficiente para que escojamos el camino de salvación.
Como en toda interpretación de la Biblia, debemos analizar también el contexto en el que se produce este evento. La acción de este relato se desarrolla poco después de la destrucción de las ciudades de Sodoma y Gomorra por el fuego de Dios. Lot y su familia, que habitaban en una de esas ciudades fue avisado por Dios para que no recibiera el castigo destinado a los malvados. Lot así lo hizo, pero tuvo miedo, y se aisló de toda la civilización, habitando en una cueva de un monte con sus dos hijas (Génesis 19:30).
A continuación, clara, pero concisamente, la Palabra de Dios nos relata que las dos hijas de Lot desearon tener descendencia de su padre, y para conseguirlo, urdieron un plan que consistió básicamente en darle a beber suficiente vino a Lot para amortiguar sus sentidos y disminuir su estado de consciencia.
Los hechos que se describen son simplemente que una noche, al poco de retirarse a dormir Lot, después de tomar el vino que le dieron sus hijas, entró la hija mayor y durmió con su padre, sin que el se diera cuenta o sintiera cuando se acostó con él, ni cuando se levantó ella (Génesis 19:33). A la noche siguiente pasó lo mismo, pero en esta ocasión fue la hija menor la que durmió con su padre, e igualmente, Lot no se enteró de cuando entró y cuando se levantó ella de dormir con su padre.
Inmediatamente, la Biblia afirma que ambas hijas concibieron de su padre y que dieron a luz, la mayor, un hijo llamado Moab (que fue el padre de los moabitas), y la menor otro hijo llamado Ben-ammi (padre de los amonitas) (Génesis 19:36-38).
Hasta aquí los hechos relatados. En principio no hay nada extraordinario, desde el punto de vista biológico, que las dos hijas fueran fecundadas por su padre, y como resultado concibieran los hijos citados. Por otro lado, el creyente, acepta por fe que todo lo que relata o afirma la Biblia es verdadero, porque es Palabra de Dios, aunque sea un hecho sobrenatural no explicable humanamente.
Puesto que en este caso, no se trata de ningún evento milagroso, en mi opinión, es lícito que tratemos de usar la razón y el entendimiento que Dios nos ha proporcionado para analizar e imaginar como pudo suceder un hecho determinado, atendiendo al sentido común o experiencia, y si es posible acudamos también a los conocimientos objeto de estudio de la ciencias relacionadas con los hechos que se analizan.
1ª Cuestión: ¿Puede un hombre en el estado que estaba Lot realizar el acto sexual, y no enterarse de lo que estaba haciendo, ni acordarse al día siguiente?
En primer lugar, la Biblia no dice lo que ocurrió en esas dos noches, sólo describe que ambas hijas durmieron con su padre, y que Lot no sintió a ninguna de ellas, que se acostaran con él, ni tampoco se dio cuenta de cuando abandonaron el lecho donde dormía Lot.
Que en el estado en que se encontraba Lot, ebrio, soñoliento o dormido, no sintiera, ni se diera cuenta que alguien se había acostado junto a él, no tiene nada de extraño, ni tampoco que no se enterara cuando una hija abandonaba su cama. Esto es fácil de comprender y de imaginar. Su estado de consciencia, sin duda, estaba tan disminuido por el alcohol y por el sueño que Lot “no sintió cuando se acostó ella, ni cuando se levantó” (Génesis 19:33, 35).
Muchas veces, cuando uno duerme tiene muchos sueños, que algunas veces se recuerdan breves instantes, poco, mucho o nada, pero en otras ocasiones, al despertar al día siguiente, es posible que no pueda acordarse de nada de lo que soñó. Podemos emplear nuestra imaginación y pensar que sus hijas lograron provocarle las eyaculaciones de tal manera que Lot, en su estado de ebriedad, pensaría que estaba soñando. En cualquier caso, tampoco es un estado de consciencia increíble que no se pueda dar con relativa facilidad.
En principio, no pretendemos calificar moralmente las acciones de las dos hijas de Lot, ni la del propio Lot, que, al parecer, no fue responsable de lo que hizo, primero porque no hubo intención en él, ni provocó ni buscó en ningún momento acostarse con sus hijas. Segundo, porque lo que realizó fue con su consciencia sensiblemente disminuida por estar bajo los efectos de una droga tan potente como el alcohol.
Por otra parte, para poder juzgar desde el punto de vista moral estos hechos, no lo podríamos hacer desde el concepto ético o moral de la humanidad del siglo XXI, sino que debemos situarnos en la época y en el contexto en que han sucedido. Según la Biblia, Lot que fue contemporáneo de Abraham, vivió unos dos mil años antes de Cristo. La tierra estaba poco poblada entonces, por haber habido, no muchos años antes, un diluvio universal, que había reducido el número de habitantes del planeta tierra a sólo los que componían Noé y su familia. A lo que habría que añadir las circunstancias particulares que atravesaba Lot y su familia, que por orden de Dios, había tenido que huir, recientemente, para refugiarse en los montes, y así escapar del castigo que sufrió Sodoma y Gomorra por la maldad a la que habían llegado.
La situación de aislamiento en que se encontraba Lot y sus hijas, con la mentalidad propia de la época, que consideraba imprescindible la descendencia para cumplir el mandato de Dios de poblar la tierra, junto con el profundo sentimiento de que toda mujer debía de ser madre para poder sentirse útil a la sociedad y ser realizada como mujer, fueron los condicionantes que impulsaron a las dos hijas de Lot a buscar descendencia a través de su padre; aunque, posiblemente, este procedimiento, no era normal, ni frecuente, si lo era el casarse entre hermanos por la necesidad, citada anteriormente, de poblar la tierra. Esta costumbre, cuando dejó de ser necesaria fue prohibida expresamente por Dios:
Levítico 18: 6-17:
“6 Ningún varón se llegue a parienta próxima alguna, para descubrir su desnudez. Yo Jehová. 7 La desnudez de tu padre, o la desnudez de tu madre, no descubrirás; tu madre es, no descubrirás su desnudez. 8 La desnudez de la mujer de tu padre no descubrirás; es la desnudez de tu padre. 9 La desnudez de tu hermana, hija de tu padre o hija de tu madre, nacida en casa o nacida fuera, su desnudez no descubrirás. 10 La desnudez de la hija de tu hijo, o de la hija de tu hija, su desnudez no descubrirás, porque es la desnudez tuya. 11 La desnudez de la hija de la mujer de tu padre, engendrada de tu padre, tu hermana es; su desnudez no descubrirás. 12 La desnudez de la hermana de tu padre no descubrirás; es parienta de tu padre. 13 La desnudez de la hermana de tu madre no descubrirás, porque parienta de tu madre es. 14 La desnudez del hermano de tu padre no descubrirás; no llegarás a su mujer; es mujer del hermano de tu padre. 15 La desnudez de tu nuera no descubrirás; mujer es de tu hijo, no descubrirás su desnudez. 16 La desnudez de la mujer de tu hermano no descubrirás; es la desnudez de tu hermano. 17 La desnudez de la mujer y de su hija no descubrirás; no tomarás la hija de su hijo, ni la hija de su hija, para descubrir su desnudez; son parientas, es maldad.”
Conclusión
En realidad, nos estamos planteando dos cuestiones.
Primera. ¿Son compatibles los hechos citados con nuestra razón? ¿Pudieron ocurrir realmente? ¿Son física y naturalmente imposibles?
¿Son realmente increíbles porque hieren nuestra razón y entendimiento?
Para poder contestar a todo esto, seguiremos tratando de analizar los hechos relatados en Génesis 19:30-38. ¿Puede una persona ebria, realizar un acto sexual y no ser totalmente consciente de lo que hace? ¿Puede mantener está misma relación sexual mientras está dormido y además, no enterarse de lo que está haciendo?
Antes de nada, debemos admitir, con humildad, que no poseemos conocimientos médicos ni científicos que puedan avalar nuestras opiniones. Tampoco, hemos experimentado en nuestra propia carne, ni conocido de cerca los efectos que son capaces de producir ciertas drogas como el alcohol. Por tanto, sólo podemos hablar de oídas y apoyándonos en nuestro sentido común.
En mi opinión, pues, creo que la ingesta de alcohol, produce distintos estados de obnubilación, dependiendo de la cantidad ingerida, de la edad de la persona, y de las reacciones individuales ante la droga que no son iguales para todos. No veo, por tanto, imposible que Lot, realizara el acto sexual, en un estado de embriaguez, que con el sueño disminuyeron sus niveles de conciencia, impidiéndole despertar, al menos, en el grado que le hubiese permitido ser suficientemente consciente.
Es mucho más fácil imaginar que, aunque a lo largo de la noche hubiese tenido algún momento de mayor consciencia, “él no sintió cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó” (Versos 32, 35). Aunque la Biblia no lo dice expresamente, está implícito que él, seguramente, no recordó nada de lo que había pasado mientras dormía con los efectos del alcohol, lo cual, por otro lado es bastante frecuente.
No obstante, la Biblia no describe con detalle cómo transcurrieron esas horas del sueño de Lot, sino que se limita a decir : “sin que él se enterase de cuándo se acostó ni cuando se levantó (Versión Biblia de Jerusalén, 1998), Lo que no tiene nada de extraño, pues Lot, estaba no sólo dormido sino embriagado, y, por tanto, en esas condiciones, fue muy fácil para sus hijas, introducirse en la cama donde estaba Lot, y salir o levantarse de la misma sin que él se diera cuenta en absoluto. Ello es bastante frecuente, entre parejas que no se van a dormir ni se levantan a la misma hora. No tienen porque enterarse de la presencia del otro si duermen lo suficientemente profundo.
Por tanto, a la vista de estos argumentos, quizá podamos entender lo relatado como una evidencia más de la fidelidad e inspiración de la Biblia, que describe los eventos y las situaciones como realmente sucedieron. Lo que estos textos de Génesis se refieren, estrictamente hablando, no suponen nada fuera de lo normal. Asuntos distintos son que unas hijas procuren relaciones sexuales con su padre a fin de obtener procreación. O que el grado de consciencia que tenía Lot fuese o no suficiente para enterarse de lo que hacía, cuando realizaba los actos de procreación involuntaria, puesto que su voluntad y consciencia estaban sensiblemente disminuidas, y fácilmente pudo no recordar nada al despertar al día siguiente, una vez pasados los efectos del alcohol.
Como nuestra fe nunca debe ser irracional, por eso hemos argumentado y analizado los textos bíblicos. Ahora sólo queda plantearnos la segunda cuestión, y si lo citado no ha resultado suficiente, siempre debemos proseguir en el estudio del contexto general de la Biblia, y no abandonar jamás nuestra fe en la veracidad de la Biblia.
Segunda. Puesto que racionalmente los hechos narrados son factibles, ¿Tenemos fe de que sucedieron tal como los cuenta la Biblia o por el contrario creemos que se trata simplemente de un relato ficticio que nunca ocurrió?
Lo que nos llevaría a preguntarnos si es de fiar la Biblia. ¿Fueron los libros que componen la Biblia escritos por hombres que fueron inspirados por Dios para revelar Su voluntad y el plan de salvación para la humanidad, o por el contrario, sus autores escribieron, lo que se les ocurrió en ese momento o les pareció más conveniente, sin que tenga nada que ver con la intención de Dios?
¿Es la Biblia un libro moralmente bueno, sirviendo para lo que se pretende: llevar al conocimiento de Dios y al camino de salvación?
¿Hay suficientes pruebas en la Biblia que nos demuestren que se trata de una revelación divina? Etc. etc.
Después que nuestra razón y entendimiento hayan analizado todo los argumentos en pro y en contra de la Biblia, la última palabra la tiene la fe. Sin fe es imposible agradar a Dios (Hebreos 11:6). Sin embargo, está fe nunca es irracional, sino que está basada en suficientes evidencias que demuestran que Dios ha querido revelarse a si mismo, además de por las cosas creadas y a través de nuestra conciencia, por su Palabra escrita contenida en la Biblia.
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