Amistad en Cristo - Carlos Aracil Orts

Preguntas y Respuestas

Antropogía bíblica

¿Pudo comunicarse el rey Saúl con el profeta Samuel ya fallecido?

 
Versión: 25-12- 2014

 

Carlos Aracil Orts

1. Introducción*

Estimado hermano, le agradezco su comentario y preguntas siguientes:

“Mi hermano, si como tú mismo dices  –‘Si creemos que todo la Biblia es palabra de Dios, y por tanto, la verdad’– ¿por qué debemos dudar cuando dice textualmente que es Samuel: “Y Samuel dijo a Saúl”¿Acaso Dios es un Dios de confusión?”

Aunque su mensaje es muy escueto –porque no cita el título de mí artículo, de donde usted obtiene esa frase– ni el texto bíblico cuestionado–, no es difícil deducir que usted se refiere a un estudio bíblico que publiqué en www.amistadencristo.com, el uno de enero del año dos mil siete, titulado El rey Saúl y la pitonisa de Endor; y usted cita la primera frase u oración de los siguientes textos del Primer libro de Samuel (Antiguo Testamento):

1ª Samuel 28:15-19: Y Samuel dijo a Saúl: ¿Por qué me has inquietado haciéndome venir? Y Saúl respondió: Estoy muy angustiado, pues los filisteos pelean contra mí, y Dios se ha apartado de mí, y no me responde más, ni por medio de profetas ni por sueños; por esto te he llamado, para que me declares lo que tengo que hacer. (16) Entonces Samuel dijo: ¿Y para qué me preguntas a mí, si Jehová se ha apartado de ti y es tu enemigo? (17) Jehová te ha hecho como dijo por medio de mí; pues Jehová ha quitado el reino de tu mano, y lo ha dado a tu compañero, David. (18) Como tú no obedeciste a la voz de Jehová, ni cumpliste el ardor de su ira contra Amalec, por eso Jehová te ha hecho esto hoy. (19) Y Jehová entregará a Israel también contigo en manos de los filisteos; y mañana estaréis conmigo, tú y tus hijos; y Jehová entregará también al ejército de Israel en mano de los filisteos.

Su problema, estimado hermano, es que ha considerado un texto aislado fuera del contexto, lo que le ha inducido a pensar que las cosas son tal como aparentan ser; según usted, si el texto nombra a Samuel, ya no puede haber otro significado, ni interpretación distinta de lo relatado en ese versículo. Pero, primero de todo, debe usted analizar y reflexionar sobre este relato bíblico, en el que se nos presentan dos interlocutores: el rey Saúl interpelando a “una mujer en Endor que tiene espíritu de adivinación” (1ª Samuel 28:7).

En segundo lugar, como antes me refería, es necesario, no basarse en un solo texto, sino considerar todos los detalles que se describen en esta interesantísima historia bíblica. Por ejemplo, cómo el rey Saúl necesita imperiosamente consejo e instrucciones de parte de Dios, pero no obtiene respuesta alguna (1ª Samuel 28:8), y cómo Saúl ya no puede hablar directamente con el profeta Samuel –el representante de Dios–, porque había muerto–, entonces, busca una especie de médium para tratar, a toda costa, de comunicarse, si fuera posible, con el espíritu del fallecido Samuel, usando para ello, los supuestos poderes de la citada mujer.

Antes de responderle, permita que le haga, o nos planteemos, las siguientes preguntas:

¿Cómo podemos estar seguros de que era realmente el espíritu de Samuel el que hablaba a través de la pitonisa de Endor?

 ¿Solo por el hecho de que el escritor bíblico, inspirado por el Espíritu Santo, relata que viendo la mujer a Samuel, clamó en alta voz…” (1ª Samuel 28:12)?
 
Este texto es clave, porque es donde el escritor sagrado relata que la mujer, “que tiene espíritu de adivinación”, identifica a uno de los seres o “dioses”, que “suben de la tierra” (1ª Samuel 28:13) –y que, al parecer, con gran diligencia y sumisión obedecen a la evocación de la médium–, con el nombre de Samuel. Pero, nótese, que todo esto se produce en el cerebro de la mujer, y porque Saúl le había solicitado previa y expresamente: “Hazme venir a Samuel” (1ª Samuel 28:11). Además siempre es la mujer la que habla con Saúl, aunque posiblemente era guiada por un espíritu, que se identifica a sí mismo como el de Samuel.

¿A quién se atrevería a traer mentalmente la médium si no era a Samuel ante la imperiosa solicitud de Saúl: “Hazme venir a Samuel” (1ª Samuel 28:11)?

El escritor bíblico –no interpreta la visión de la mujer– sino que se limita a describir lo que la mujer médium cree haber visto mentalmente. Al lector le corresponde hacer la interpretación de este relato a la luz de todas las Sagradas Escrituras, y mediante la iluminación del Espíritu Santo, autor último de todas ellas.

Aunque en esta introducción he dado las claves para la interpretación correcta e identificación del espíritu maligno que trata de hacerse pasar por Samuel, en el cuerpo de este estudio bíblico, seguiré aportando más información bíblica, que demostrará la imposibilidad absoluta de que fuera realmente el profeta Samuel el que hablase a través de la pitonisa de Endor.

2. ¿Usted cree que los espíritus de los muertos pueden comunicarse con las personas vivas?

En el caso de que su respuesta sea afirmativa, usted tiene que saber, que estaría creyendo lo mismo que el espiritismo; ¿ha oído hablar del espiritismo? Es la “religión” o creencia de aquellos que se reúnen alrededor de un médium para establecer comunicación con los supuestos espíritus de los muertos.

La Santa Biblia afirma que los muertos “nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol” (Eclesiastés 9:6). ¿Cree usted, hermano, en lo que dice la Palabra de Dios?

Eclesiastés 9:6: ….y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol.  […]

¿Sabe usted que Dios condena todo intento de comunicación con los muertos y con los adivinos y agoreros?

Reflexione en los siguientes textos:

Isaías 8:19-20: Y si os dijeren: Preguntad a los encantadores y a los adivinos, que susurran hablando, responded: ¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Consultará a los muertos por los vivos?  (20)  ¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido.

Deuteronomio 18:10-12: No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero,  (11)  ni encantador, ni adivino,(D) ni mago, ni quien consulte a los muertos.  (12)  Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti.

Levítico 19:31 (Véase también 19:26, Jer. 27:9; 29:8; Zac. 10:2): No os volváis a los encantadores ni a los adivinos; no los consultéis, contaminándoos con ellos. Yo Jehová vuestro Dios.

Levítico 20:27:  Y el hombre o la mujer que evocare espíritus de muertos o se entregare a la adivinación, ha de morir; serán apedreados; su sangre será sobre ellos.

Tratar de comunicarse con los muertos era castigado con la pena de muerte en el pueblo de Israel.

¿Sabe usted por qué Dios no quiere que Su pueblo haga lo mismo que hacen los espiritistas?

Por si lo ignora, le diré que Dios ha prohibido todo intento de comunicación con los espíritus de los muertos, para que Su pueblo no sea engañado por “el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama  diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él” (Ap. (12:9).

Estimado hermano, el diablo y sus ángeles se hacen pasar por los espíritus de los muertos, para así engañar “al mundo entero” (Ap. 12:9). Pero los hijos de Dios, si estudian las Sagradas Escrituras y creen en ellas, no pueden ser engañados.

Por favor, siga respondiéndome:

3. ¿Dónde están los muertos, en el cielo, en el infierno o en los sepulcros?

Lo siguiente fue declarado por el propio Jesucristo:

Juan 5:28-29: No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; (29) y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.

Como usted mismo habrá podido comprobar, los muertos no están en el cielo, ni el infierno sino en los sepulcros.

¿Dónde está el rey David en el cielo, en el infierno o en el sepulcro?

Hechos 2:34: Porque David no subió a los cielos; pero él mismo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra,

¿Dónde están los profetas, mártires y todos los que han muerto en la fe, en el Cielo o en la sepultura esperando la resurrección?

Hebreos 11:32-40: ¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; (33) que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, (34) apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros. (35) Las mujeres recibieron sus muertos mediante resurrección;  mas otros fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección. (36) Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles. (37) Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados; (38) de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra. (39) Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido;  (40)  proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros.

En los textos citados se afirma claramente que “todos éstos”, entre los que está incluido Samuel, “no recibieron lo prometido” (Hebreos 11:32,39), es decir,  la ciudadanía celestial (Fil 3:20; 2 Pedro 3:13; Ap, 21), pues todavía duermen en lo sepulcros, el sueño de la muerte, hasta la resurrección.

Pero sigamos permitiendo, querido hermano, que sea solo la Santa Biblia la que responda:

¿Dónde están los muertos, en el cielo, en el infierno o en los sepulcros?

Salmos 6:5: Porque en la muerte no hay memoria de ti;  En el Seol, ¿quién te alabará?

Salmos 30:9: ¿Qué provecho hay en mi muerte cuando descienda a la sepultura?  ¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará tu verdad?

Salmos 88:10-12: ¿Manifestarás tus maravillas a los muertos?  ¿Se levantarán los muertos para alabarte? Selah  (11) ¿Será contada en el sepulcro tu misericordia,  O tu verdad en el Abadón?  (12)  ¿Serán reconocidas en las tinieblas tus maravillas,  Y tu justicia en la tierra del olvido?

Obsérvese que “Seol” (Salmo 6:5) simboliza, o es lo mismo que, “sepultura” o sepulcro (Salmo 30:9: 88:10-12); y que “Seol” (hebreo) equivale a “Hades” (griego) (véase Hechos 2:27,31; Mt. 11:23; 16:18; Ap. 1:18; 20:14; compárese con Salmos 16:16:8-11).

Salmos 146:3-4: No confiéis en los príncipes, Ni en hijo de hombre, porque no hay en él salvación.  (4)  Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra; En ese mismo día perecen sus pensamientos.

Hermano, si “perecen sus pensamientos” ¿qué queda después de la muerte?

Eclesiastés 9:5,6,10: Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido.  (6)  También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol.  […] (10)  Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría.

¿El destino de los malvados es ir a un infierno de tormento eterno o la destrucción definitiva o segunda muerte, como dice la Sagrada Escritura?

Salmos 92:7: Cuando brotan los impíos como la hierba,  Y florecen todos los que hacen iniquidad,  Es para ser destruidos eternamente.

Apocalipsis 20:13-14 (ver también Ap. 21:8): Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras.  (14)  Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.

4. ¿Quién cree usted que dijo la verdad en el Jardín del Edén, Dios o la “Serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás” (Ap. 12:9)?

¿Lo que Dios declaró “porque el día que de él comieres, ciertamente morirás Gén. 2:17)? O  ¿lo que “la serpiente dijo a la mujer: No moriréis;  (5)  sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal” (Gén. 3:4)? 

Génesis 2:16-17: Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; (17) mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.

Génesis 3:1-7: Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?  (2)  Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer;  (3)  pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.  (4)  Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis;  (5)  sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.  (6)  Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.  (7)  Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.

¿A quién da usted más credibilidad?

5. ¿Quién era el espíritu que la adivina de Endor, supuestamente, vio, no con sus ojos sino mentalmente (1ª Samuel 28:3-25)?

Estimado hermano, ¿sabe usted que “consultó Saúl a Jehová; pero Jehová no le respondió ni por sueños, ni por Urim ni por profetas” (1 Samuel 28:6)? Es decir, no le contestó de ninguna forma.

Si Dios se había negado a responder a Saúl, ¿por qué sería lógico que el supuesto espíritu de Samuel – un profeta de Dios– iba, desobedeciendo a Dios, a aparecerse al llamado o evocación de la mujer médium, a fin de satisfacer las ansias del malvado Saúl?

¿Por qué el piadoso Samuel haría una cosa semejante, pasándose por alto la prohibición de Dios de que los vivos no deben comunicarse con los muertos?

Analicemos, y reflexionemos en toda esta historia que se registra en 1 Samuel 28:3-25:

1 Samuel 28:3-6: Ya Samuel había muerto, y todo Israel lo había lamentado, y le habían sepultado en Ramá, su ciudad. Y Saúl había arrojado de la tierra a los encantadores y adivinos.  (4)  Se juntaron, pues, los filisteos, y vinieron y acamparon en Sunem; y Saúl juntó a todo Israel, y acamparon en Gilboa.  (5)  Y cuando vio Saúl el campamento de los filisteos, tuvo miedo, y se turbó su corazón en gran manera.  (6)  Y consultó Saúl a Jehová; pero Jehová no le respondió ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas.

Al ver que Dios no le respondía, “Entonces Saúl dijo a sus criados: Buscadme una mujer que tenga espíritu de adivinación, para que yo vaya a ella y por medio de ella pregunte. Y sus criados le respondieron: He aquí hay una mujer en Endor que tiene espíritu de adivinación. (8) Y se disfrazó Saúl, y se puso otros vestidos, y se fue con dos hombres, y vinieron a aquella mujer de noche; y él dijo: Yo te ruego que me adivines por el espíritu de adivinación, y me hagas subir a quien yo te dijere” (1 Samuel 28:7-8).

Estimado hermano, ¿de quién era “el espíritu de adivinación” que tenía la mujer de Endor a la que Saúl rogaba, no solo para que le aclarase las dudas, que Dios ya se había negado a responderle, sino también para que “me hagas subir a quien yo te dijere” (1 Samuel 28:7-8)?

¿No se da usted cuenta, hermano, que “el espíritu de adivinación” al que se sometía Saúl, era el del propio diablo, que “engaña al mundo entero” (Ap, 12:9)?

Si “los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido.  (6)  También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; […] y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol” (Eclesiastés 9:5,6), ¿cómo puede alguien sensato pensar que el espíritu que la mujer vio era el de Samuel, sabiendo, que ella era médium del diablo?

Tengamos en cuenta que la mujer adivina o médium preguntó a Saúl  “¿A quién te haré venir? Y él respondió: Hazme venir a Samuel” (1 Sam. 28:11). ¿a qué otro espíritu iba a poder ver la médium, para contentar a Saúl?

Solamente, el supuesto espíritu de Samuel podía decir a Saúl lo que él debía hacer, pero eso no era posible, porque, en primer lugar, Samuel estaba muerto, y, en el caso de que su espíritu fuera consciente, tampoco iba  a hacer el juego a Saúl, transgrediendo las leyes de Dios. En segundo lugar, la santa Biblia declara que los muertos “nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol” (Ecl. 9:6).

Aunque la mujer, primero dijo que había visto a Samuel (28:12: Y viendo la mujer a Samuel…”), luego se contradijo a sí misma, porque “respondió a Saúl: He visto dioses que suben de la tierra”. ¿En qué quedamos, vio la médium a Samuel o “a dioses que suben de la tierra”?

Aquí, tenemos que tener en cuenta que el escritor inspirado de este libro, relata lo que realmente la mujer creyó mentalmente ver, que no era otra cosa que lo que el espíritu de adivinación le quería hacer creer; este espíritu no tenía otro fin que engañar a Saúl; por tanto, no podía ser el verdadero espíritu de Samuel, sino alguien que se hacía pasar por él, porque Samuel, además de estar muerto, nunca se hubiera aparecido a la mujer, desobedeciendo a Dios.

¿Alguien sensatamente puede creer que Dios, que ya había rechazado comunicarse con Saúl, ahora iba a responderle utilizando a una mujer adivina, que Él, además, había expresamente prohibido consultar, y, por medio de Su profeta Samuel, ya fallecido?

Cuando Saúl le preguntó “¿Cuál es su forma?” (28:14), “ella respondió: Un hombre anciano viene, cubierto de un manto” (28:14). Si la adivina no había conocido a Samuel, el espíritu maligno, por el que adivinaba, fue el que le dio la descripción –ciertamente, le hizo un retrato muy pobre–: “Un hombre anciano viene, cubierto de un manto” (28:14); ¡ahora resulta que los espíritus llevan manto para cubrir su desnudez! Pero esto le bastó a Saúl que, “entonces entendió que era Samuel, y humillando el rostro a tierra, hizo gran reverencia” (28:14). ¡Insensato Saúl, que cree lo que le dice una mujer que habla por “el espíritu de adivinación”! (1 Sam 28:7; compárese con Hechos 16:16-18).

Hechos 16:16-19: Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando. (17) Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación.  (18)  Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora.  (19)  Pero viendo sus amos que había salido la esperanza de su ganancia, prendieron a Pablo y a Silas, y los trajeron al foro, ante las autoridades;

6. Conclusión

Querido hermano, las contradicciones en las que cae el falso espíritu de Samuel son varias, y no voy a seguir enumerándolas todas, cuando es tan evidente que se trata de un claro engaño del diablo. Además, en el artículo citado al principio, titulado El rey Saúl y la pitonisa de Endor, ya escribí más extensa y detalladamente respecto a este tema que nos ocupó aquí.

”Si alguno tiene oídos para oír, oiga” (Marcos 4:23), y este escritor añade: ¡si tiene mente para entender –y quiere averiguar la verdad con corazón sincero–, que entienda!

2 Tesalonicenses 2:9-12:  inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos,  (10)  y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.  (11)  Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira,  (12)  a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.

 

 

Quedo a su disposición para lo que pueda servirle.

Afectuosamente en Cristo

 

Carlos Aracil Orts
www.amistadencristo.com

 

Si deseas hacer algún comentario a este estudio, puedes dirigirlo a la siguiente dirección de correo electrónico: carlosortsgmail.com

 


Referencias bibliográficas

*Las referencias bíblicas están tomadas de la versión Reina Valera de 1960 de la Biblia, salvo cuando se indique expresamente otra versión. Las negrillas y los subrayados realizados al texto bíblico son nuestros.

Abreviaturas empleadas para diversas traducciones de la Biblia:

Dios Habla Hoy-Latinoamericana, 1996 (DHH L 1996)
Nueva Versión Internacional 1999 (NVI 1999)
Reina-Valera, 1960 (RV 1960)
Biblia Latinoamericana, 1995 (BL95)
Biblia Latinoamericana, revisión 1995 (BLA95)

La Biblia de Nuestro Pueblo (BNP)
La Biblia  de Serafín de Ausejo 1975 (BSA)
La Biblia de Luis Alonso-Schöckel y Juan Mateo (BSM)
Biblia en lenguaje sencillo (BLS)

Abreviaturas frecuentemente empleadas:

AT = Antiguo Testamento

NT = Nuevo Testamento

pp, pc, pú referidas a un versículo bíblico representan "parte primera, central o última del mismo ".

 

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