Preguntas y Respuestas
Miscelánea
¿Es Dios nuestro amigo?
Carlos Aracil Orts
Introducción
Últimamente he meditado sobre la necesidad que todos tenemos de tener amigos que nos comprendan, que nos alienten para superar las crisis, y sobre todo para que nos muestren empatía y proporcionen afecto. Y ahora me pregunto lo siguiente:
¿Considero a Dios Padre o a Jesús como a un amigo?
Sinceramente, creo que he desaprovechado esta amistad. Reconozco que ahora, desde que fui consciente de que Dios es soberano y tiene control sobre todas las cosas, confío más en su Providencia, y estoy aprendiendo a aceptar todo lo que ocurre en el mundo, y lo que me sucede a mí en particular como algo que proviene de la voluntad de Dios, o bien que Dios permite que ocurra, porque los caminos de Dios son inescrutables e insondables.
La gran ventaja del cristianismo es que “no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”. (Heb. 4:15).
Cristo, el Dios-Hombre, nos comprende doblemente si cabe, como Dios y como un ser humano verdadero que ha pasado por todo tipo de sufrimiento, “(8) Y aunque era Hijo [de Dios], por lo que padeció aprendió la obediencia; (9) y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen.” Heb. 5:8,9.
Conclusión
Por tanto, confiemos plenamente en Jesús, que no tiene limitaciones para comprendernos ni le falta poder para ayudarnos, si hacemos su voluntad: “ Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.” Heb. 4:16.
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